¿Por qué existen los gérmenes?
Mateo 13:22
“Destilen, cielos, desde lo alto! ¡Nubes, hagan llover *justicia! ¡Que se abra la tierra de par en par! ¡Que brote la *salvación! ¡Que crezca con ella la justicia! Yo, el SEÑOR, lo he creado”.
Los cristianos especialmente aquellos que creen en la creación, escuchan frecuentemente esta pregunta, “¿Si Dios creó el mundo perfecto, por qué hay gérmenes que causan enfermedad? ¿Por qué los hizo?”
El hecho es que, sólo una diminuta minoría de todos los microbios causan enfermedad. Casi todos los microbios, o gérmenes, son “buenos ejemplares”. Ellos no sólo hacen que la vida sea posible en la Tierra, sino que a muchos de ellos se les ha puesto a trabajar para que ayuden a los humanos. El más obvio ejemplo son los antibióticos, que han salvado millones de vidas desde que fueron utilizados ampliamente en el siglo pasado. Inclusive 2.500 años atrás los chinos utilizaban antibióticos cuando trataban los furúnculos con cuajada de soya mohosa. Asimismo, los microbios hacen muchas otras medicinas comunes que salvan millones de vidas.
Las bacterias son utilizadas para tornar los tallos de plantas en etanol, que se utiliza para producir gasohol. Algunos microbios ayudan a recuperar petróleo atrapado, mientras que otros ayudan a limpiar derrames de aceite en las playas. Las bacterias minan uranio y otros minerales importantes. Sin los microbios, no tendríamos queso, salsa soya o pan. Inclusive a los microbios se les ha puesto a trabajar para que produzcan alimento altamente nutritivo para animales. Sin los microbios, estaríamos hasta los oídos de aguas residuales y madera sin descomponerse.
Los microbios son una de las creaciones más importantes de nuestro Creador. No hizo que ninguno de ellos sea dañino para otras vidas. Se hicieron dañinas como parte de la maldición sobre la creación como consecuencia del pecado. ¡Agradecemos a Dios que en Cristo Jesús Él ha provisto un remedio para nuestro peligro más grande – la condenación eterna por causa de nuestro pecado!
Prayer:
Amado Señor, Te agradezco que nos hayas provisto de tantos buenos microbios y del conocimiento para utilizarlos. Ayúdame a no enfocarme solo en mis necesidades terrenales sino a que siempre mire hacia tu salvación como mi mejor ayuda. Amén.
Notes:
Morgan, D., and T. Monmaney. 1985, “The bug catalog,” Science 85, July August, p. 37.