Job 39:13a, 14, 16-17
“Le has dado tú sus hermosas alas al pavo real… Este desampara en la tierra sus huevos, los calienta sobre el polvo… Es duro para con sus crías, como si no fueran suyas, y no teme que su trabajo haya sido en vano, porque Dios lo privó de sabiduría y no le dio inteligencia”.

Los humanos tienen una corteza cerebral relativamente grande y el argumento evolucionista siempre ha sido: mientras más grande corteza cerebral, más inteligencia.  En un intento por comprobar esta teoría, los investigadores en el Instituto Nacional de Salud Mental dio a ratas preñadas una droga que reducía la cantidad del tejido de la corteza en la próxima generación.  Los investigadores esperaban que los críos sean menos inteligentes pero este no fue el caso.  Sin embargo, estos eran más agresivos y mal humorados y había una tendencia hacia el canibalismo; solo el diez por ciento de los críos llegaron a la adultez.

Los investigadores concluyeron que una corteza más grande tenía menos que ver con la inteligencia  sino que ésta le permitía a la criatura lidiar con situaciones complejas de la vida.  En otras palabras, la fórmula por la supervivencia de los más aptos se había cambiado de la inteligencia hacia la habilidad de lidiar con situaciones complejas.  Esto fue tomado como una evidencia de la evolución.  Es bien conocido que la lobotomía pre-frontal o la remoción de la parte delantera del cerebro de los pacientes humanos no cambia la inteligencia pero a menudo deja al paciente antisocial.  La verdad es que las medicinas dadas a las ratas no solo redujeron el tamaño de la corteza pero indudablemente causó daño cerebral dejándolos sin la habilidad de lidiar con situaciones complejas o antisociales.  En otras palabras, no es un hecho de simple causa y efecto sino de dos efectos de una causa.  Una y otra vez la teoría de la evolución ha sido fundamentada sobre tal trabajo experimental defectuoso.

Prayer:
Te agradezco Señor, por mi cerebro y todos mis sentidos. Ayúdame a amarte con todo mi corazón y toda mi mente, y toda mi alma. Ayúdame a utilizar esto para dar testimonio de Ti en nuestro mundo tan oscuro y confuso. Amén.

Notes:
Evolution of the Cortex. Science News, Vol. 122, p. 76.  Photo: Baby rats – Pixabay.com

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