Salmos 18:32
“Dios es el que me reviste de poder y quien hace perfecto mi camino…”

Un robot que se puede mover solo debe ser programado en gran detalle.  Varias instrucciones se deben dar a cada parte móvil.  Estas instrucciones también deben poder direccionar al robot bajo toda condición anticipada.  Si hay algún error en las instrucciones o el encuentro con condiciones inesperadas, el robot probablemente se congelará en su lugar.  Inclusive el moho puede hacerlo mejor.

Aunque las células del moho no están conectadas entre sí por nervios, cuando las células se juntan, el organismo que se resulta puede moverse.  Puede enfrentar circunstancias inesperadas al moverse y cambiar de líquido para cambiar su cuerpo colectivo que tiene la forma de una bolsa.  Tomando el ejemplo del moho, un grupo de investigación de la Universidad de  Tohoku en Japón ha utilizado el mismo principio para crear un robot móvil.  El robot puede moverse a lo largo de cualquier superficie plana al cambiar de líquido, lo que cambia la presión en diferentes partes del robot.  Está hecho de 14 jeringas, cada una con un motor para mover el agua.  Se mueve aleatoriamente hasta que se le da una dirección.  Luego los motores se sincronizan, y el robot empieza a moverse según lo indicado.  Este arreglo de moho se ajusta a los cambios ambientales igual que lo real.

Déjenlo a Dios conseguir una tarea complicada con un diseño simple.

Prayer:
Padre, mueve mi corazón para huir de lo que me puede dañar espiritualmente y a buscar ese bien que Tú tienes para mí. Amén.

Notes:
Nikkei Weekly, 9/13/10, p. 21. “Robot inspired by slime mold.”

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