Roca Los Lunas
Deuteronomio 27:1-3a
“Moisés y los ancianos de Israel dijeron al pueblo: ‘Guardaréis todos los mandamientos que yo os prescribo hoy. El día que pases el Jordán para entrar a la tierra que Jehová, tu Dios, te da, levantarás piedras grandes, las revocarás con cal y escribirás en ellas todas las palabras de esta Ley, en cuanto hayas pasado para entrar en la tierra que Jehová, tu Dios, te da…'”
¿Alguna vez alguien talló los Diez Mandamientos, en hebreo antiguo, en una roca de Nuevo Méjico hace 2.000 años?
En 1871, unos indios mostraron al ranchero de Nuevo Méjico Franz Huning un peñasco de basalto en su tierra. El peñasco tenía una escritura extraña. Los indios le dijeron que esta roca, con sus escritos, había estado allí desde antes que sus tribus hayan llegado al área. Se trajeron eruditos para ver la roca. Ellos identificaron la escritura como paleo-hebreo del tipo que se usaba entre el año 500 y 100 AC. ¿Qué decían los grabados en lo que se ha llegado a conocer como la Roca Los Lunas? Era un grabado de los Diez Mandamientos. ¿Pero quién pudo haberlo hecho?
Hay hallazgos adicionales que son aún más sorprendentes y parecen hacer que la respuesta sea obvia. Sobre la roca está una cumbre de montaña plana. En la cumbre de la montaña se encuentran ruinas antiguas de estructuras de piedra que parecen ser diseñadas para la defensa. Su diseño ha sido comparado con las ruinas de Lachish, al sur de Judea. Otra inscripción hebrea en la cumbre de la montaña nombra al Dios de Israel como “El Poderoso”. Un petroglífico astronómico indica un eclipse solar parcial que se conoce tomó lugar en el año 107 AC. Esto coincide con la fecha que un arqueólogo puso a los grabados de alrededor de hace 2.000 años.
¿Acaso viajeros del sur de Judea se establecieron en lo que es ahora Nuevo Méjico hace unos 2.000 años? Evidencia emocionante apoya esta posibilidad y desafía estereotipos modernos acerca de las habilidades y logros de los humanos de hace 2.000 años.
Prayer:
Oro, amado Señor, que nuestra orgullosa era moderna pueda ser cada vez más desafiada por la evidencia que muestra que los seres humanos que Tu has creado siempre han sido altamente inteligentes, curiosos y capaces. Amén.
Notes:
Creation Science Fellowship Newsletter, Aug. 1992. p. 4.