Génesis 1:28a
“Los bendijo[v] Dios y les dijo: ‘Fructificad y multiplicaos; llenad la tierra y sometedla…’”

Luego de que Dios terminó la creación, la entregó a la humanidad, mandándonos a que la sometamos.  Esta es nuestra comisión científica, pero hay  que hacerlo sabia y productivamente, por lo que requiere que activamente busquemos aprender más acerca de Su creación.

Si usted lo construye, agradezca a DiosAlgunas formas de hacer esto, así como cosechar y preservar frutas, moras y granos fueron inmediatamente obvias.  Ahora la ciencia moderna nos está llevando hacia una apreciación aún más profunda de las materias primas que Dios nos dio.  El carbón siempre ha sido asombroso debido a su versatilidad.  Por ejemplo, puede tomar la forma de grafito o de un diamante.  Ahora los científicos están encontrando que el carbón es aún más talentoso que esto.  El carbón es el único elemento que a un nivel atómico puede actuar como un metal.  Recientemente, sin embargo, una propiedad aún más sorprendente se ha descubierto.  Los átomos de carbono pueden ser formados en largos y huecos tubos llamados nanotubos conteniendo millones de átomos.  Estas estructuras pueden conducir electricidad y dependiendo de cómo están estructurados, pueden comportarse como semiconductores, transistores e inclusive interruptores.  Los científicos siguen investigando las posibilidades que pueden ofrecer los nanotubos.  ¡Pero en teoría, una computadora hecha de nanotubos podría almacenar todo el contenido de la Biblioteca del Congreso de los EEUU en una computadora del tamaño de un cubo de azúcar!

El mandato de Dios de someter la creación fue Su invitación a aprender acerca de las sorprendentes propiedades que Él ha escondido en lo que Él ha creado.

Prayer:
Ayúdanos, amado Señor, a utilizar todo lo que nos has dado para esparcir el Evangelio. Amén.

Notes:
Discover, 2/01, pp. 20-21, “Molecular Beauty.”

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