Teorema del mono infinito

Isaías 35:5
“Entonces los ojos de los ciegos serán abiertos, y los oídos de los sordos se abrirán”.

Foto: Crested macaque.Si un número infinito de monos se sentaran en un número infinito de máquinas de escribir, con el tiempo uno de estos monos, escribiría la obra de Shakespeare, Hamlet. Al menos eso es lo que el matemático francés Émile Borel propuso en su teorema del mono infinito – una idea que los científicos usan para afirmar que dado el tiempo suficiente, hasta la evolución puede ocurrir.

Ahora, si alguna vez alguien lanza el teorema del mono infinito en su dirección, señale que un mono tiene un uno de cada veinte y seis posibilidades de teclear la primera letra correctamente. Lograr que la segunda letra sea la correcta incrementa la probabilidad a 1 en 676. ¡Después de tan solo las primeras 15 letras de Hamlet, la probabilidad de acertar con la siguiente letra es de uno de miles de billones!

En 2003, el teorema del mono infinito fue puesto a prueba en la Universidad de  Plymouth, en el Reino Unido. Investigadores pusieron a seis macacos negros crestados delante de un computador y esperaron a que empiecen a escribir. En algunas ocasiones, entre orinar sobre el teclado y aplastarlo con una roca, los monos teclearon la letra “S” varias veces antes de cansarse del experimento.

A pesar del enorme absurdo del teorema del mono infinito, todavía está siendo utilizado para mostrar que la complejidad puede surgir de mutaciones aleatorias. De hecho, en 1986, el evangelista evolutivo Richard Dawkins lo mencionó en su libro -The Blind Watchmaker.

Nunca deja de asombrarnos lo que los evolucionistas creen para poder continuar en su incredulidad. ¡Es evidente que el teorema del mono infinito no ha hecho más que monos de aquellos que todavía creen en esto!

Prayer:
Padre Celestial, desde el punto de vista de la probabilidad sola, la evolución es absolutamente imposible. Te pido que hagas que esto sea muy claro para los que ahora tropiezan en la oscuridad de la evolución. Amén.

Notes:
R. Arp, “Teorema del Mono Infinito”, 1001 Ideas que cambiaron la manera en que pensamos (Atria Books, 2013), pág. 643. Foto: Crested macaque. (PD)