UN DILUVIO DE LEYENDAS DE DILUVIOS
2 Pedro 3:5-6
“Estos ignoran voluntariamente que en el tiempo antiguo fueron hechos por la palabra de Dios los cielos y también la tierra, que proviene del agua y por el agua subsiste, por lo cual el mundo de entonces pereció anegado en agua.”
Hoy en día se considera intelectual rechazar el relato de Bíblico acerca del diluvio global. Algunos intentan acomodar y decir que el diluvio que se registra en la Biblia fue tan solo un evento local. El problema con estas afirmaciones intelectuales es que hubieron demasiados testigos que están en desacuerdo con ellas.
Podemos poner las afirmaciones de estos intelectuales a prueba. Si el relato de la Biblia en cuanto a un diluvio global es cierto, fue atestiguado por cada persona en la tierra. La historia de este evento habría sido pasada a sus descendientes y esparcida a través de toda la faz de la tierra.
Los investigadores han catalogado unas 270 historias de un diluvio destructivo ancestral en varias culturas alrededor del mundo. Una gran cantidad de estas historias datan desde antes de la influencia Cristiana. Como es de esperarse, los detalles difieren luego de tanto tiempo. Sin embargo, lo que es sorprendente, es que donde los detalles de estas historias coinciden con la Biblia, también tienden a coincidir entre ellas. Por ejemplo, el antiguo héroe griego del diluvio fue instruido a construir y almacenar un arca porque el dios Zeus deseaba destruir la humanidad. La historia Azteca sobre un diluvio universal dice que tomó lugar 1.716 años después de la creación del mundo-¡casi la misma fecha que en la Biblia! La historia del diluvio Babilónico comparte siete detalles principales con el relato de la Biblia. Historias similares se encuentran alrededor del mundo, incluyendo Australia, India, Escandinavia y China.
La universalidad de las historias acerca del diluvio y sus similitudes con la Biblia no se pueden explicar a menos que estén basadas en un evento que realmente si tomó lugar.
Oración: Querido Padre celestial, yo te agradezco que Tu Palabra es segura y verdad y que ha sido fielmente preservada hasta nuestros días. Ayúdame a vivir Tu Palabra en mi vida y decir a otros acerca de las cosas maravillosas que Tú has hecho. En nombre de Cristo Jesús. Amén.
Notas: Roth, Ariel A. 1990. Flood stories—can they be ignored? Origins, v. 17, n. 2. p. 51.