Un mamífero con escamas

Salmos 105:5
“Acordaos de las maravillas que él ha hecho, de sus prodigios y de los juicios de su boca…”

Su largo, delgado cuerpo cubierto por escamas se desliza por la tierra en cuatro patas cortas, cada una de las cuales tiene garras afiladas.  Su delgada cabeza no tiene dientes.  No buscará lastimarlo, pero si se siente amenazado azotará con su cola armada de escalas.

Aunque esta criatura suena mucho como un reptil, es, de hecho un mamífero llamado el pangolín.  Existen siete especies de pangolines esparcidos a través de África y Asia.  Típicamente, la hembra dará a luz a un solo crío luego de un periodo de 140 días de gestación.  Cuando son adultos, el crío, como sus padres, tendrá un tamaño de casi dos pies de largo (casi 61 centímetros) y pesará alrededor de 20 libras.  Además de utilizar su cola como defensa, también puede rociar un líquido maloliente como un zorrillo.  Si todo lo demás falla, puede enrollarse en una bola apretada y blindada.  Su comportamiento de alimentación es similar a un oso hormiguero nocturno.  El pangolín  tiene un altamente desarrollado sentido del olfato y puede de hecho olfatear montículos de hormigas o termitas.  Cuando encuentra un nido, utiliza su larga y pegajosa lengua para recolectar su comida.  Desafortunadamente, el pangolín en peligro es preciado como una delicadeza, así también como medicina entre las tribus de la colina donde vive.  Los leones y los tigres también se alimentan de pangolines.

Los pangolines son otro ejemplo de la ilimitada creatividad de Dios y de Su poder y sabiduría que le permite lograr lo que Él desea.  Su más grande deseo es nuestra salvación a través del sufrimiento inocente de Cristo Jesús.

Prayer:
Amado Padre, quedo maravillado por Tu creación y la variedad que Tu has hecho. Amén.

Notes:
“Pangolin,” World Book Multimedia Encyclopedia (2001).