Un pie y un caracol
Salmos 104:24-25
“¡Cuán innumerables son tus obras, Jehová! Hiciste todas ellas con sabiduría; ¡la tierra está llena de tus beneficios! He allí el grande y ancho mar, en donde se mueven seres innumerables, seres pequeños y grandes”.
De acuerdo a reportes no confirmados, fue alrededor de 50 años atrás que inmigrantes chinos introdujeron con ellos en los EEUU unas almejas de agua dulce. Las almejas eran comidas para buena suerte en el Nuevo Año Chino. Lo que sí es verificado hoy en día es que la almeja se encuentra en por lo menos en 35 estados. Esto es una asombrosa cantidad de territorio que cubrir en tan sólo 50 años para criaturas que tan solo tiene un pie.
La difusión de la almeja asiática cuesta a la industria más de un billón de dólares por año en costos de limpieza. Carente de enemigos, se reproduce rápidamente y obstruye la línea de entrada de agua que la industria utiliza para enfriar sus equipos. Los científicos empezaron a preguntarse cómo esta criatura podía viajar tan rápidamente, inclusive hiendo de lago a lago y de riachuelo a riachuelo.
Lo que los científicos aprendieron fue que cuando la almeja asiática se encuentra con una corriente, despliega sus velas. Elevándose con su único pie, deja salir una capa transparente que agarra la corriente como un caracol. Navega, utilizando su pie como un timón. Esto explica no sólo el por qué se extendió tan rápidamente por los ríos, pero cómo la almeja pudo ir desde un cuerpo de agua a otro durante épocas de inundaciones.
La habilidad de la almeja asiática de navegar es un diseño ingenioso. Así, también, es el balance de la naturaleza que previene la sobre población de criaturas. Desafortunadamente, la almeja asiática en los EEUU tiene pocos enemigos para mantenerla bajo control. Si la evolución fuese verdad, esta falta de balance sería la regla en la naturaleza. El balance que existe, manteniendo a cada criatura alimentada pero no sobre poblada en sus medios ambientes naturales, es tan solo otro testimonio del hecho de que hay un Creador.
Prayer:
Amado Padre Celestial, el balance que Tú has diseñado entre todas las cosas vivientes, para que puedan vivir y no se salgan de control, muestra Tu amor continuo hacia la creación caída. Ayúdame a ser un testigo claro y fiel de Tu amor por nosotros en Cristo Jesús. Amén.
Notes: