Un Poema Encantador Como un Arbol

Salmo 96:12
Regocíjese el campo, y todo lo que en él está; Entonces todos los árboles del bosque rebosarán de contento…

El gramófono estaba encendido, 12-pulgadas de vinilo colocado en él, y la aguja equilibrada en el disco, para poder escuchar la música. Este era el disco favorito de mi madre, con la voz profunda y grave de Paul Robeson, cantando una canción llamada “Arboles”.

Mi madre amaba los árboles, y yo también. Son, por supuesto, plantas. Pero el tamaño de un árbol generalmente es magnífico. No todo árbol es del tamaño de las secoyas gigantes de California, pero incluso los árboles en su patio son objetos grandes. Algunos árboles pueden llegar a ser muy antiguos. Recuerdo que la primera vez que vi el Roble Mayor en el Bosque de Sherwood de Inglaterra, quedé, y sigo impresionado por su edad de mil años. Según la leyenda, proporcionó refugio a Robin Hood y sus hombres alegres, y sin duda tiene la edad suficiente para haberlo hecho.

La canción de Robeson comienza: “Creo que nunca veré un poema encantador como un árbol.” Las últimas líneas de la canción ponen esta idea en perspectiva. “Los poemas son escritos por tontos como yo. Pero sólo Dios puede hacer un árbol”. Los creyentes, como el salmista en el salmo 96, dan gloria a Dios por estos maravillosos objetos: “los árboles del bosque rebosarán de contento, delante de Jehová”. Génesis 1 nos dice que Dios hizo estas hermosas plantas para producir semilla según su especie. Son parte del mundo glorioso que Dios ha hecho, y le damos gracias por su trabajo creativo en la creación de cosas como los árboles.

Prayer:
Todo en Tu mundo está tan bien hecho, Señor Dios, y Te agradezco por ello. Amén.

Notes: