Ecclesiastes 3:5
“…Tiempo de esparcir piedras y tiempo de juntarlas, tiempo de abrazar y tiempo de abstenerse de abrazar,”

¿Cuál de nuestros cinco sentidos es el más importante? ¿Cuál de estos sentidos podría perderse sin que amenace mucho su vida?

touchLa mayoría de las personas consideran que el sentido de la vista es el más importante.  Sin embargo, aunque la pérdida de la vista es una tragedia terrible, la vida puede continuar.  Si pierde el sentido del olfato, la comida no tendrá sabor, pero usted podrá vivir sin él.  La pérdida del oído, también, es una gran pérdida, aunque usted se acostumbrará a esta perdida.  Las vidas de algunas personas que pierden el sentido del gusto pueden correr riesgo.  Sin embargo, si usted pierde el sentido del tacto, también usted perdería el sentido del dolor y por lo tanto cualquier advertencia de que podría estarse lastimando.  Lamentablemente hay personas que no tienen sentido del tacto.  A veces, estas personas se lesionan casi de muerte porque no sienten dolor.

La ciencia ha demostrado que el tacto es necesario para la vida.  Los animales recién nacidos que son lamidos por sus madres tienen más resistencia a la enfermedad.  También tienen más probabilidad de vivir hasta su adultez los animales que de recién nacidos son tocados por sus madres que aquellos que no fueron tocados.  Los cachorros de Chihuahua tienen un alto índice que mortalidad, porque sus madres a menudo no quieren lamerlos.  Los borregos morirían después de haber nacido si sus madres no los lamieran ni los acariciarían con la nariz.  Aún los infantes humanos que nos son tocados con suficiente amor sufrirían depresión, mal dormir, pérdida de peso,  inmunidad deficiente y, en casos extremos, incluso la muerte.

Nuestro sabio Creador ha puesto en nosotros la necesidad de ser tocados.  Aunque, a veces lo tomamos por sentado, sin el tacto, la vida sería imposible.  Asimismo, ¿usted  podría nombrar otros regalos que Él le ha dado y que usted los ha tomado por sentado?  ¡Agradezca a Dios por todos ellos hoy mismo!

Prayer:
Amado Padre, eres tan generoso y me has dado tanto que nunca podría agradecerte por cada cosa por su nombre. Sin embargo, Te agradezco por todos, y especialmente por el perdón de mis pecados en Cristo Jesús. Amén.

Notes:
McCutcheon, M. 1989. The Compass in Your Nose . . . . Los Angeles: Jeremy P. Tarcher. p. 112.

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