Un viaje a través del espacio interior

Mateo 6:25
“Por tanto os digo: No os angustiéis por vuestra vida, qué habéis de comer o qué habéis de beber; ni por vuestro cuerpo, qué habéis de vestir. ¿No es la vida más que el alimento y el cuerpo más que el vestido?”

¿Cómo se vería una célula viva típica si la expandiéramos al tamaño de la Ciudad de Nueva York?  Tomemos un viaje imaginario a través de la célula.

Al acercarnos a la célula gigante en nuestra nave especial, veríamos belleza asombrosa, orden y actividad dentro de la célula.  En la superficie de la célula veríamos millones de aperturas estirándose hasta donde puede ver el ojo.  Cada una se abre y cierra independientemente, permitiendo que entren o salgan materiales de la célula.

Al entrar en una de estas vastas portillas, veríamos una serie sinfín de corredores que nos llevarían en todas direcciones.  Algunos de estos corredores nos llevarían a los bancos de memoria de la célula en el núcleo.  Allí, todas las actividades que estaríamos a punto de ver no solo estarían  reguladas sino que también serían chequeadas por controladores de calidad exigentes.  Otros corredores nos llevarían a plantas de procesamiento gigantes, mientras que aún otras nos llevarían a plantas de ensamblaje dentro de la célula.  Si nos movemos por un corredor gigante hacia una de estas plantas de ensamblaje, veríamos una organización maravillosa.  Materiales en crudo, como los que vimos al entrar en la célula, son enviados aquí para ser ensamblados.  Estructuras en forma de robots – en realidad proteínas – están trabajando en la línea de ensamblaje mientras que otras proteínas, llamadas enzimas, están supervisando el trabajo.

Este vistazo de la célula, provisto por la ciencia moderna, hace que sea aún más difícil creer que la célula, o cualquier vida, pudieron haber salido de colisiones de átomos de casualidad.  ¡Es por esta razón que varios evolucionistas famosos han dejado la idea de que la casualidad y el accidente pudieron haber creado la vida!

Prayer:
Amado Señor Jesús, me maravillo de cómo Tu, el Instrumento Que creó la célula viviente, se hizo hombre por mi salvación. Aunque no pueda entender tal amor, ayúdame a nunca tomar tu regalo de salvación por sentado. Amén.

Notes: