Una Cuestión de Duda

Génesis 3:1-2
“Pero la serpiente era astuta, más que todos los animales del campo que Jehová Dios había hecho; la cual dijo a la mujer: ¿Conque Dios os ha dicho: No comáis de todo árbol del huerto? Y la mujer respondió a la serpiente: Del fruto de los árboles del huerto podemos comer.”

Siempre hay un peligro en leer mucho o muy poco de cualquier relato bíblico. Por ejemplo, cuando comenzamos la lectura del capítulo 3 de Génesis, casi inmediatamente hay una serie de objeciones que murmuran los labios de algunas personas -incluidos, por desgracia, muchos de los que dicen ser cristianos creyentes de la Biblia. Común entre esas objeciones, está la idea de que estas palabras no pueden ser tomadas literalmente. Por ejemplo, las serpientes no hablan. Y, por otro lado, Eva no parece expresar ninguna sorpresa de que la serpiente estuviera hablando, por lo que no puede ser verdad, pues escuchar hablar a los animales sólo aparece en la ficción.

Tomando el último punto en primer lugar, no hay evidencia que Eva no estuviera sorprendida de que la serpiente hablara con ella. El pasaje no dice nada acerca de su estado emocional. De hecho, no es sorprendente de que no lo haga, ya que es un ejemplo de su perfecta humanidad, como ella era entonces, así que sus reacciones podrían ser ajenas a lo que nosotros podríamos experimentar hoy en día.

Oración: Dios Padre, ayúdanos a ver a través de las astucias del maligno. Líbranos de este mal, y mantennos implícitamente confiados en Tu Palabra. Amén.

Ref: Sarfati, J. (2015), El Relato del Génesis (Powder Springs, GA: Creation Book Publishers), p. 348. Imagen: Adobe Stock Imágenes, con licencia de autor.

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