Una gigante ola de agua
Génesis 7:19-20
“Las aguas subieron mucho sobre la tierra; todos los montes altos que había debajo de todos los cielos quedaron cubiertos. Quince codos más alto subieron las aguas después que quedaron cubiertos los montes”.
¿Cuál es la ola más grande que usted haya visto en un lago u océano? Algunos científicos hoy en día han dicho que hay evidencia de que en tiempos antiguos hubo una ola de más de 1.000 pies (304,8 metros) que barrió sobre algunas partes de la Tierra, creando algunas de sus características geológicas.
Mientras que una ola de 1.000 pies (304,8 metros) suena grande – y en realidad lo es – no es increíble. La ola más grande alguna vez registrada en tiempos modernos fue una ola de 1.700 pies (518,16 metros) de altura que golpeó a Bahía Lituya en una remota área de Alaska. Un alud causó la ola, que se agrandó por la forma de la bahía hasta que una pared de agua casi un tercio de una milla de alto se desplomó sobre los cerros opuestos, despojándolos de bosques. Dos personas se ahogaron, pero milagrosamente algunos pescadores sobre dos botes fueron barridos del océano y vivieron para contar sobre el paseo de su vida.
Algunos geólogos han propuesto que una ola similar, causada por un alud subacuático, barrió sobre las Islas Hawai en un pasado más distante. Como evidencia, señalan cobijas de gravilla, a veces de 25 pies (7,62 metros) de grueso, así como otros restos del océano que se encuentran esparcidos a lo ancho de las colinas del sur de Oahu, Molokai, Lanai y Maui, así como del lado oeste de Hawai. Otros geólogos creen que estos son los restos de un océano que alguna vez fue mucho más alto.
De acuerdo a la Biblia, ambos podrían estar en lo correcto. Es imposible que estas camas de gravilla y restos del fondo oceánico puedan representar tanto la violencia del gran Diluvio y los niveles más altos del océano al final del Diluvio que está registrado en el Génesis.
Prayer:
Amado Padre, a través de Pedro Tú nos advertiste que en los últimos días habrían aquellos que olvidarían Tu juicio en el gran Diluvio. Ayuda a que Tu pueblo, empezando conmigo, entendamos el día y la época en la cual estamos viviendo y hagamos Tu obra mientras aún es día. En Nombre de Cristo Jesús. Amén.
Notes:
“Kowabunga, the surf was up!” Discover, Feb. 1985. p. 9.