Viendo el calor, saboreando los olores

I Corintios 13:12
“Ahora vemos por espejo, oscuramente; pero entonces veremos cara a cara. Ahora conozco en parte, pero entonces conoceré como fui conocido”.

La serpiente cascabel tiene pequeños hoyos en su cara, bajo sus ojos.  ¡Asombrosamente, estos hoyos son un segundo par de ojos que en realidad ven lo que los ojos no pueden ver!  Los investigadores han aprendido que hay una membrana estirada sobre el dorso de cada hoyo, una milésima de pulgada de grueso, que está repleta de censores que recogen la radiación infrarroja, o calor, emitido por todas las criaturas de sangre caliente.  Estos censores están conectados  con un segundo centro de visión en el cerebro para que la serpiente cascabel pueda ver una imagen de su víctima de sangre caliente en la completa oscuridad.

Cuando una serpiente saca su lengua, está oliéndole a usted.  Su lengua recoge moléculas de aroma en el aire, luego restriega las moléculas en un órgano de sentidos en el techo de su boca.  Esto le provee con un olor de cualquier cosa de la cual vienen.  ¡Usted podría asombrarse al saber que los seres humanos están equipados con este mismo órgano antes del nacimiento!

Hay tanta realidad en el sentido y nuestra habilidad de sentir es muy pequeña.  Esta es la razón por la cual no es más que orgullo humano decir que si no hemos visto algo por nosotros mismos, no puede existir.  Pero la fe que Dios da, nos permite ver Sus obras que por lo general de otra forma nos son invisibles.

Deje que la Palabra de Dios afile sus sentidos.

Oración:
Amado Padre del cielo, ayúdame a tener una visión más clara, para que pueda ver, por medio de la fe que Tu provees, aquellas cosas, que de otra manera yo no conocería. En nombre de Jesús. Amén.

Notes:
Terry Dunkle, “A Perfect Serpent,” October, Science 81. Photo: Forked tongue of a Carpet Python.  Licensed under the Creative Commons Attribution-Share Alike 3.0 Unported license.

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