Génesis 6:11
“Y se corrompió la tierra delante de Dios, y estaba la tierra llena de violencia.”
En nuestra emisión anterior de Momentos de la Creación le contamos acerca de los investigadores que afirman que nuestras manos evolucionaron de tal manera que puedan formarse en puños para pelear. Ahora el mismo grupo de investigadores también está afirmando que nuestras caras evolucionaron para soportar ser golpeadas.
Esta idea representa un gran cambio desde la teoría largamente sostenida de que los rostros humanos tienen el aspecto que tienen porque nuestros antepasados pasaron gran parte de su tiempo masticando nueces y otros alimentos duros.
La principal autor de este estudio, escribió que – “El australopiteco fue caracterizado por un conjunto de rasgos que pudieron haber mejorado la capacidad combativa, incluyendo proporciones de mano que permiten la formación de un puño.” Añade, “si de hecho la evolución de nuestras proporciones de manos estuvieron asociadas con la selección del comportamiento para combatir, usted puede esperar que el objetivo principal, la cara, haya experimentado una evolución para protegerla mejor de lesiones cuando ésta reciba puñetazos”.
Un miembro del equipo de investigación añadió: “Nuestra investigación es sobre la paz. Nosotros buscamos explorar, comprender y enfrentar las tendencias violentas y agresivas de la humanidad. A través de nuestras investigaciones esperamos mirarnos a nosotros mismos en el espejo y empezar la difícil labor de cambiarnos a nosotros mismos para mejor”.
¡Buena suerte con eso! Si la historia nos ha enseñado algo, es que la humanidad – comenzando con Caín – ha tenido una racha violenta y, si algo, estamos empeorando. Sólo Dios puede quitar esa violencia de nuestros corazones cuando nos dirigimos a Cristo para el perdón de los pecados.
Prayer:
Padre Celestial, pido que Tu Espíritu Santo me ayude a controlar mi temperamento. ¡Mis acciones pueden ser siempre un testimonio silencioso de la nueva criatura que soy en Cristo! En el nombre de Jesús. Amén.
Notes:
Jennifer Viegas, “El rostro humano evolucionó para soportar puñetazos,” Discovery News, 6/9/14.