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Mateo 6:25
“Por tanto os digo: No os angustiéis por vuestra vida, qué habéis de comer o qué habéis de beber; ni por vuestro cuerpo, qué habéis de vestir. ¿No es la vida más que el alimento y el cuerpo más que el vestido?”
¿Cuántas hormigas hay en el mundo? Nadie las ha contado a todas ni les ha pedido que llenen un formulario pequeño de censo de hormigas. Sin embargo, los científicos han estimado que existen alrededor de 10 millones billones de hormigas en el mundo, esperando que usted tenga un picnic. Esto significa que hay más hormigas que mamíferos, reptiles, pájaros y anfibios en conjunto.
Dios creó tantas hormigas ya que ellas son unas importantes amas de casa para tierra. Las hormigas, no las lombrices, revuelven la mayoría de la tierra del mundo, la drenan y la enriquecen. Las hormigas se deshacen del 90% de los cuerpos de pequeños animales muertos. Como jardineros del mundo, las hormigas esparcen y siembran más semillas que cualquier otra criatura.
Así como las abejas, las hormigas tienen una sociedad sofisticada, que incluye trabajadoras, obreras, enfermeras, soldados, cazadores, cosecheras e inclusive constructores. Cada una de estas diferentes clases de hormigas tiene órganos especializados para su trabajo. Una especie de hormigas soldado son bombas móviles. Están llenas de veneno y literalmente explotan cuando están bajo ataque, rociando el veneno sobre sus enemigos. Las hormigas guerreras en Centro y Sur América marchan a través del campo en una línea que puede llegar hasta los 50 pies de largo. Ésta sólida columna al buscar alimento, pasa barriendo y limpiando hasta pequeños animales.
La enorme diversidad de cosas vivientes a nuestro alrededor representa más que una simple variedad. Esta variedad cuidadosamente incluye criaturas que hacen todo el trabajo que debe ser hecho para mantener la vida en la tierra. Esto, en sí mismo, es un testimonio de la creatividad como de la sabiduría del Creador.
Oración: Señor, te agradezco por la forma en que Tú cuidas de las necesidades de la tierra. Si dependiera de nosotros, nos habríamos olvidado algunas necesidades y no hubiésemos sabido acerca de otras. Así que pongo mi pasado, presente y futuro en Tus manos de amor. En el nombre de Cristo Jesús. Amén
Notas: Wilson, Edward O. 1990. Stalking the mighty ant. Discover, March.
