Génesis 1:12
“Produjo, pues, la tierra hierba verde, hierba que da semilla según su naturaleza, y árbol que da fruto, cuya semilla está en él, según su género. Y vio Dios que era bueno”.
No soy un gran bebedor de café, pero después de escuchar acerca de sus muchos beneficios para la salud, podría hacer que el café sea mi bebida de elección.
Según un artículo en Science News, “los hallazgos científicos en apoyo de los atributos nutricionales del café han venido llegando en un goteo constante desde la década de 1980, cuando investigadores noruegos informaron que parecía que el café podía mantener lejos la enfermedad hepática.” Desde entonces, el café ha demostrado valor contra el cáncer de hígado, la diabetes tipo 2, la enfermedad cardíaca y el derrame cerebrovascular. También parece proteger contra la depresión, enfermedades como el Parkinson y el Alzheimer. De hecho, ni siquiera tengo tiempo en el programa de hoy para enumerar todos los beneficios para la salud del café.
Los últimos estudios demuestran que las personas que beben dos o más tazas de café al día viven más que aquellos que no lo hacen. En un reciente estudio japonés de más de 90.000 personas, aquellos que bebieron tres a cuatro tazas al día tenían un 24 por ciento menos de probabilidades de morir durante los próximos 19 años, que las personas que no bebieron café en lo absoluto.
Piénselo – Dios creó el grano del café el tercer día de la semana de la creación, antes de que Adán y Eva pecaran y trajeran enfermedades y muerte en el mundo. ¿Será posible que Dios, sabiendo que Adán pecaría, proporcionara un remedio para muchas de las enfermedades que podrían surgir debido al pecado? Yo creo que sí lo hizo. También sabía mucho antes de haber creado el mundo que usted y yo necesitaríamos un Salvador. ¿Es Jesucristo su Salvador? ¡Si no, ponga su confianza en él hoy!
Oración: Padre celestial, Tú has provisto todo lo que necesitamos para esta vida y la siguiente. Gracias especialmente por proveer a Tu Hijo para morir en la cruz en nuestro lugar para que estemos sin mancha delante de tus ojos. En el nombre de Jesús. Amén.
Ref: Nathan Seppa, “El grano beneficioso,” la Science News, 10/3/15, pp. 16-19. Foto: Pixabay.com
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