Proverbios 10:14
“Los sabios atesoran sabiduría, mas la boca del necio es una calamidad cercana”.

Los evolucionistas contemporáneos a menudo dan la impresión de que la evolución de Darwin fue aceptada por la comunidad científica de su tiempo.  Pero los científicos en el tiempo de Darwin no escucharon su teoría, ni se dieron en la cabeza y dijeron “¡Por supuesto!”  De hecho, algunos de los científicos más influyentes de aquellos días fueron hostiles a la teoría de la evolución de Darwin.

Tomemos por ejemplo a Adam Sedgwick.  Aunque fue él fue el maestro de geología de campo a Charles Darwin rotundamente rechazó la teoría de Darwin.  Luego de leer el libro de Darwin,  le escribió diciendo que algunas partes del libro eran completamente falsas y que le llenaban de tristeza.  El astrónomo Sir John Herschel también rechazó la teoría de Darwin.  Un miembro de la prestigiosa Sociedad Real llamó a la evolución darwiniana, “la ley del alboroto”.  La evolución afirma que la vida se desarrolló espontáneamente por medio del tiempo y la casualidad, pero Louis Pasteur  fue motivado a comprobar que sólo de la vida nace la vida.  El filósofo de ciencia William Whewell no hubiera permitido que el libro de Darwin entre en la Biblioteca de la Universidad de Cambridge.  James Clerk Maxwell también se opuso fuertemente a la evolución darwinista.

Irónicamente, fueron los hombres de iglesia del tiempo de Darwin que abrazaron la evolución darwinista.  Y cuando aquellos que crecieron en iglesias evolucionistas consiguieron sus títulos de ciencia, todo lo que sabían era que “todos” siempre habían apoyado la evolución.  Esto demuestra como la falta de fidelidad de una iglesia puede cambiar para mal el punto de vista de toda una cultura.

Oración: Señor, protege y presérvame en algún momento de ser dirigido hacia una falsa creencia.  Amén.

 Notas: Creación, 9 11/99, pp. 26-27, “¿Guerra Santa?” Ilustración: Adam Sedgwick.

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