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Génesis 2:15
“Tomó, pues, Jehová Dios al hombre y lo puso en el huerto de Edén, para que lo labrara y lo cuidara”.
La mariposa negra del madroño es una de las mariposas más extrañas del mundo. La cual también tiene una relación muy inusual con el hombre.
La mariposa del madroño habita en solo cinco especies de árboles en una pequeña parte de México. En la oruga cuando están listas para convertirse en mariposas, estas hilan fuertes capullos de seda de doble hebra. Un solo árbol puede tener hasta 20 capullos de seda que cuelgan de él. Los capullos son tan fuertes que los indios nativos las utilizan como vendajes, envases, y banderas.
Los insectos del madroño son ricos en grasa y proteínas. Y debido a que los indios nativos los comen los científicos se preocuparon del futuro de la mariposa. La mariposa ya está amenazada por la industria maderera que se lleva a cabo en los pocos bosques donde habita. Sin embargo, los científicos descubrieron que en realidad, los indios cultivan la mariposa. Ellos regularmente mueven los capullos de seda de las mariposas de los árboles que tienen demasiados capullos a los árboles que no tienen capullos, atando los capullos a los árboles. Este cuidado ayuda a repoblar las mariposas en áreas donde son escasas.
Dios nos ha dado la Tierra y sus recursos para utilizarlos para nuestro beneficio y el de otros. Él también nos ha dado la inteligencia necesaria para cuidar de la Tierra y utilizar sus recursos. Los indígenas que cuidan de las mariposas del madroño nos enseñan por su ejemplo el manejo adecuado de los recursos de la Tierra. El conocimiento científico no es tan importante como nuestra actitud hacia la creación de Dios.
Prayer:
Te agradezco, Señor, que generosamente has provisto para todas nuestras necesidades. Ayúdame a utilizar eficientemente los recursos que me has provisto y ayúdame a nos ser egoísta y abusivo con ellos. Amén.
Notes:
Ron Cowen. Butterflies in their Stomachs. Science News, vol. 141, p. 236.
