Lucas 12:27a
“Considerad los lirios, cómo crecen; no trabajan, ni hilan…”
La notable recuperación de la flora y la fauna alrededor del Monte Santa Helena, desde la devastadora erupción de 1980 fue ayudada en gran medida por una pequeña planta aparentemente insignificante, llamada lupino de pradera. No crece más de 24 pulgadas, aunque generalmente es mucho más pequeña, con diminutas flores de color azul. Hoy en día, crece en abundancia en las zonas más afectadas por la erupción y los deslizamientos de tierra.
Como todos los lupinos, es una legumbre. Esto significa que crea sus propios compuestos de nitrógeno – un mineral esencial para que las plantas crezcan. Decimos que fija el nitrógeno. El suelo volcánico es deficiente en este mineral, por lo que el valor de la planta es obvio, ya que fija más que suficiente para sí misma, y proporciona nitrógeno adicional para otras plantas vecinas.
Para ser exactos, no es la planta misma que fija. Esto lo hacen las bacterias del suelo llamadas rizobios, que residen en nódulos en las raíces del lupino. Lo que es aún más interesante es que estas bacterias no pueden fijar el nitrógeno, sin adherirse a una planta huésped adecuada, tal como el lupino. Así que el lupino necesita de los rizobios, como los rizobios necesitan del lupino. Esta interdependencia es conocida como una relación simbiótica. Un problema para el evolucionista es explicar si los rizobios evolucionaron antes del lupino, o viceversa. Una explicación mucho más científica es que ambos fueron diseñados por Dios para tal interdependencia. Una vez más, el área alrededor del Monte Santa Helena, y las plantas que viven allí, revelan la magnificencia de la obra creadora de Dios.
Gracias, Señor, que nada dejaste al azar en este mundo. Vemos Tu maravilloso diseño, incluso en la forma en que las flores crecen, y Te agradecemos que cuides de nosotros mucho más que de estas flores. Amén.
Ref: Lupinus lepidus, < https://plants.usda.gov/core/profile?symbol=LULE2> recuperado 02/22/2017. Imagen: Licencia Creative Commons 3.0 Unported, ©2014 Walter Siegmund