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Génesis 1:26
“Entonces dijo Dios: «Hagamos al hombre a nuestra imagen, conforme a nuestra semejanza; y tenga potestad sobre los peces del mar, las aves de los cielos y las bestias, sobre toda la tierra y sobre todo animal que se arrastra sobre la tierra”.
En 1917 un científico alemán decidió probar a los chimpancés en habilidades más allá de la inteligencia. Él quería saber si los chimpancés podían tomar hechos sin conexión y ponerlos juntos para resolver un problema – una habilidad que se llama perspicacia.
Para la prueba el científico colgó un plátano en una jaula fuera del alcance de los chimpancés. Luego puso una caja en el piso a 10 pies del plátano. Lo que sucedió luego asombró al científico. Los chimpancés rápidamente aprendieron que no podía llegar al plátano, aún con sus saltos más altos. Así que fueron a la caja, la empujaron debajo del plátano y se subieron a la caja para tomar el plátano. Su conclusión fue que estos chimpancés son tan astutos porque están estrechamente relacionados con nosotros en el árbol evolutivo.
Recientemente un científico de Harvard intentó el mismo experimento utilizando palomas y un plátano falso. Anteriormente a las palomas se les había enseñado unos cuantos trucos, incluyendo picoteo del plátano y el subirse a la caja. Estos trucos se les había enseñado como actividades no relacionadas. Sin embargo, cuando se enfrentaron al mismo problema que los chimpancés, ellas movieron la caja debajo del plátano y se subieron a la caja y picotearon el plátano. ¡Las palomas también tienen perspicacia!
¡Uno solo puede concluir de este estudio que la anterior perspicacia entre los chimpancés no tiene nada que ver con relaciones evolucionistas, o quizás tal vez evolucionamos de las palomas! Hablando en serio, la verdadera lección aquí es que las similitudes entre las criaturas no tienen nada que ver con una supuesta evolución.
Oración: Querido Señor, Te agradezco por Tu Santo, inocente sufrimiento y muerte, y Tu resurrección, para que yo pueda ser resucitado como una nueva criatura, recreada en Tu imagen. Amén.
Notas: Bird brain. Discover, May 1984. p. 12.
