Salmos 26:7
“…proclamando en voz alta tu alabanza y contando todas tus maravillas”.

El lenguaje es una importante parte de la cultura.  Mientras la teoría de la evolución era desarrollada, los evolucionistas eran muy exitosos en convencer a las personas de que el lenguaje, la educación y la cultura separaban a los humanos, a quienes describían como animales, de los animales.  Después de todo, ellos razonaban, nosotros somos mucho más evolucionadamente más avanzados que los animales, y por eso tenemos lenguaje y tradiciones.

Cultura animalAhora sabemos de la descripción bíblica de los humanos y los animales que los evolucionistas están equivocados en todos los lados.  Un apoyo adicional viene mientras los naturalistas aprenden que los animales no solo tienen lenguaje, sino que también tienen una cultura aprendida, que enseñan a la próxima generación.

Un estudio de gorriones de corona blanca en el área de la Bahía de San Francisco demuestra que los cantos de los gorriones de un área a otra son muy parecidos, pero tienen diferentes dialectos.  Los gorriones, de lados opuestos de la misma ciudad incluso podrían tener variaciones en sus cantos.  Investigadores han encontrado que los críos de gorriones experimentan con una variedad de sonidos – así como balbucean los bebés humanos.  Pero aprenden su canto en el dialecto de los adultos que los rodean.  Así mismo, cada grupo dialéctico tiene su propia y única variación en su rutina de apareamiento, a la cual solo las aves del mismo grupo dialéctico responden.  Se conoce que hay decenas de aves que tienen dialectos.

Ahora sabemos que muchas aves aprenden su lenguaje de sus padres y cultura, así como lo hacen los infantes humanos.  ¡El lenguaje y cultura claramente no son resultado de un progreso evolucionista sino un regalo de nuestro Creador!

Prayer:
Amado Señor, nos has dado tantas cosas que tomamos por sentado. Ayúdame a jamás tomar por sentado tu gracia perdonadora. Ayúdame siempre a vivir con mucha gratitud hacia Ti. Amén.

Notes:
Gould, Carol Grant, 1983, “Out of the mouths of beasts.” Science 83, April. p. 69.

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