Eclesiastés 3:20-21
“Todo va a un mismo lugar; todo es hecho del polvo, y todo volverá al mismo polvo. ¿Quién sabe que el espíritu de los hijos de los hombres sube arriba, y que el espíritu del animal desciende abajo a la tierra?”
El Darwinismo Social, llevado al extremo, puede manifestarse de maneras crueles. Se puede considerar que se opone a ayudar a los discapacitados o a los pobres, argumentando que muchas de esas personas son menos aptas para sobrevivir que la población principal. Si uno ve ciertos grupos de personas como más o menos evolucionadas, también puede llevar a la justificación de las ideas racistas.
En respuesta, algunos evolucionistas se han sumado a la crítica del Darwinismo Social. Han argumentado que el Darwinismo es un principio científico y que no es necesario, ni siquiera conveniente, aplicar el Darwinismo como una práctica social. El ateo popular y evolucionista Richard Dawkins ha dicho: “Lo que necesitamos es una sociedad verdaderamente anti-Darwiniana. Anti-Darwinian en el sentido de que no queremos vivir en una sociedad donde los más débiles van a la pared, donde el más fuerte reprime a los débiles, e incluso mata a los débiles”.
El problema con una negación del Darwinismo Social por parte de los Darwinistas es que Darwin era un Darwinista Social. En su biografía crítica de Charles Darwin, A.N. Wilson señala que Darwin fue tan influenciado por Malthus como por Lyell.
Fue Thomas Malthus quien sostuvo que el aumento de recursos y atención a los pobres conduciría a un fuerte aumento de la población, eliminando así los beneficios. Este supuesto problema demográfico es, por lo tanto, conocido como la catástrofe Maltusiana. La oposición de Malthus al cuidado de los pobres influiría en las opiniones de Darwin sobre el mecanismo de evolución animal.
No es un error el que Dios creara a la humanidad en completo contraste con la forma en que creó a los animales. Esta creación separada enfatiza nuestro estatus único ante Él.
Oración: Te doy las gracias por los privilegios con que me has dotado y pido que pueda yo tener Tu corazón para aquellos que están en necesidad. Amén.
Ref: Wilson, A.N. (2017), Charles Darwin: Creador de mitos victoriano, (Harper). Imagen: Thomas Malthus (1766 – 1834), licencia: Creative Commons Attribution 4.0 Internacional.
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