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Génesis 1:24
“Luego dijo Dios: Produzca la tierra seres vivientes según su género, bestias y serpientes y animales de la tierra según su especie. Y fue así”.
En un programa anterior de Momentos de la Creación, les contamos acerca de la trompa del elefante con sus 40.000 músculos. ¡Esto es 70 veces el número de músculos en nuestro cuerpo entero! Y ese increíble tronco puede derribar un árbol o recoger un alfiler.
Pero ¿En primer lugar, por qué un elefante tiene un tronco? Para responder a esta pregunta, buscamos en un libro muy antiguo llamado Teología Natural. Fue escrito por William Paley en 1802. Sí, ese es el mismo William Paley a quién salió con la famosa analogía de una persona que encuentra un reloj y deduce que el reloj debe haber tenido un relojero.
Según Paley, “Lo corto e inflexible del pescuezo del elefante queda compensado con lo largo y flexible de su proboscis o trompa, sin la cual no podría bajar la cabeza hasta el suelo”. En otras palabras, el elefante necesitaba de este tronco para alcanzar los alimentos y el agua. Pero, entonces, una persona podría preguntar ¿por qué los elefantes tienen un pescuezo tan corto e inflexible? ¡Paley contesta que necesitaba ese cuello para sostener esa cabeza tan pesada!
Obviamente, al elefante le fue dado su tronco por un Creador muy sabio. Como Paley señaló muy bien, si el elefante hubiese esperado millones de años para que su tronco creciera, “¿cómo iba a subsistir el animal en el ínterin… hasta que terminase la prolongación de su hocico?” Es una pregunta que los evolucionistas hoy todavía son incapaces de responder.
Prayer:
¡Padre Celestial, gracias porque incluso la trompa del elefante proporciona un testimonio de Tu mano en la creación! En el nombre de Jesús. Amén.
Notes:
William Paley, DD, Teología Natural, 1809, pág. 140. (La Obra de William Paley, Ward, Lock & Co.)
