Romanos 1:22
“Pretendiendo ser sabios, se hicieron necios…”
A menudo se nos pregunta de ¿dónde sacan los evolucionistas todos esos millones de años? Pareciera que siempre están encontrando piedras y fósiles que tienen docenas o cientos de miles de años o inclusive millones de años de edad.
Hace algunos años algunos científicos descubrieron huesos humanos en California enterrados bajo espesas capas de lodo. Las autoridades científicas estudiaron los huesos y los fecharon en alrededor de 75.000 años de edad. ¡Al excavar más profundo, los científicos descubrieron un antiguo botón del Ejército de los Estados Unidos! ¿Existía el ejército de los EEUU hace alrededor de 75.000 años atrás o el método de fechado fue poco confiable? Más recientemente un equipo arqueológico de una universidad japonesa descubrió dibujos en la pared de una cueva en una isla japonesa. Este descubrimiento importante fue fechado en 10.000 a 13.000 años de edad. Cuando uno de los residentes locales de la isla escuchó acerca del descubrimiento, se acercó para confesar que de niño él a menudo dibujaba en las paredes de la cueva con carbón.
¿Se puede imaginar la miseria que tendríamos si la medicina moderna fuese sólo tan confiable como esos métodos de fechado?
La respuesta más simple de dónde los científicos evolucionistas sacan todos esos años es que ellos los inventan. No hay ninguna máquina o magia científica que le dice a un científicos que una roca o fósil tiene decenas o miles de millones de años. ¡El registro más antiguo y acertado de los tiempos antiguos que nosotros los humanos tenemos es la Biblia, y la Biblia no deja lugar para decenas de miles o millones de años!
Prayer:
Querido Señor, llama a todos aquellos que falsamente han sido guiados a creer que la Biblia no es digna de confianza, pues la ciencia moderna ha desaprobado la Biblia como un documento históricamente preciso. Ayúdales a entender que la evolución es simplemente una falsa religión que trata de reemplazarte. A Tí el Creador con la creación misma. En el nombre de Jesús. Amén.
Notes:
Jackson, Wayne. 1990. “Scientific red faces.” Reasoning from Revelation, v. II, n. 1, Jan. p. 3.
