Proverbios 16:33
La suerte se echa en el regazo; Más de Jehová es la decisión de ella.
Muy a menudo, es importante que recordemos por qué creemos lo que creemos. La razón por la que no creemos en La Teoría de La Evolución es que es contraria a la forma en que Dios dijo que él hizo las cosas. Se dice que La Evolución nos dice cómo Dios creó el mundo, mientras que el Génesis nos dice por qué Dios lo hizo. Este no es el caso. Hay lugares en la Biblia, como Isaías 45 donde Dios nos dice por qué él creó, pero Génesis 1 no es uno de ellos. Génesis 1 informa simplemente de cómo Dios lo hizo todo.
Si La Evolución fuera verdad, entonces la primera célula viva se habría formado a partir de moléculas inorgánicas que se juntaron y produjeron una estructura auto-replicante. Esto requeriría información, y esa información habría probablemente estado en una molécula similar al ADN, o quizás el ARN. Sin embargo, las moléculas no reaccionan por sí mismas para provocar dicha estructura emergente. El azar no crea, ni las estructuras ni la información necesarias.
Hace ya mucho tiempo, en 1966, H. Enoc dijo, “Nuestra esperanza de producir vida parece estar disminuyendo y alejándose, tanto como nuestros conocimientos avanzan acerca de la química de las células”. Una selección al azar de letras no produciría las obras de Shakespeare. De la misma manera, el orden y la complejidad en la naturaleza existen sólo porque ésa es la manera que Dios lo planeó y lo diseñó. Algunas cosas parecen ser aleatorias, pero a veces no lo son.
Oración: Gracias Señor, que nada en este Universo ha ocurrido por casualidad. Tu estas en dominio de todo, y nosotros Te alabamos. Amén.
Ref: Enoc, H. (1966), Evolución o Creación (Rushden: Evangelical Press), pág. 60. Imagen: Dominio Público.
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