Jeremías 51:15
“Él es el que hizo la tierra con su poder, el que afirmó el mundo con su sabiduría y extendió los cielos con su inteligencia”.

¿Sabía usted que hay una criatura que puede tener un inmenso número de crías, pero sin embargo nunca tener hijos?  Esa criatura inusual es un pulgón.  La primera pulgona de la primavera es una hembra, no tiene alas, y sale de un huevo a principios de la estación.  Luego de alrededor de diez días, ella dará a luz a otra totalmente formada hembra adulta pulgón.  No ha habido ningunos machos alrededor.  Luego de diez días la nueva hembra, también, está lista para dar a luz a otra totalmente formada hembra adulta.

¡Para fines del verano, la primera pulgona hembra podría tener casi seis billones de críos! Obviamente, una sola planta no puede sostener esa cantidad de pulgones.  Así que aquellos críos nacidos con alas vuelan hacia otra planta para continuar con este misterioso proceso.  Una vez que empieza el clima frío, las pulgonas hembras empiezan a dar a luz tanto a machos como hembras pulgonas, algunos con alas y otras sin alas.  Los machos con alas vuelan de regreso a la planta original, se aparean, y esta vez las hembras producen huevos que pueden soportar el invierno para que todo el ciclo pueda empezar de nuevo el próximo año.

La palabra “entendimiento” a menudo se usa en las Escrituras y se refiere al sentido en el cual Dios creó a todas las cosas de tal forma que interaccionan y reaccionan en un sin número de situaciones y precisamente en la forma en la cual Él las diseñó.  ¡La sencilla pulgona es un ejemplo sorprendente de este principio!

Prayer:
Amado Señor Jesucristo, yo me lleno de asombro y maravilla cuando pienso que Tú, el Instrumento de la creación, viniste a nuestra Tierra y tomaste nuestra forma para salvarnos de las consecuencias de nuestro pecado. Ayúdame a aspirar por la misma clase de amor y sabiduría. Amén.

Notes:
Joanne E. DeJonge, Bats & Bugs & Snakes & Slugs (Baker Book House), pp.38-43.

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