Salmos 146:5-6
“Bienaventurado aquel cuyo ayudador es el Dios de Jacob, cuya esperanza está en Jehová su Dios, el cual hizo los cielos y la tierra, el mar, y todo lo que en ellos hay; que guarda la verdad para siempre”.

El mar es la última frontera más inexplorada que queda en la Tierra y es uno de los mitos modernos más difundidos acerca de que en el mar es donde la vida empezó.

En 1903, A. B. Macallam dijo que había una relación casual entre la salinidad del mar y el contenido de sal en el plasma de la sangre humana.  Esto se dice haber sido un reflejo directo de nuestro antiguo surgimiento del mar.  Años después, luego de que estudiantes habían estado bien enseñados en esta tontería, el establecimiento científico oficialmente refutó la teoría.  Pero los libros de texto todavía nos dicen que la vida empezó en el mar.

El contenido de sal de las aguas del mar y la sangre no es similar, pero aún si lo fueran no tiene nada que ver con la evolución.  Verá, hay sales en la tierra y estos encuentran su camino al mar vía los ríos.  Estas sales en la tierra también encuentran su camino hasta nuestros cuerpos vía la cadena alimenticia y son necesarias para toda vida.  Así que tanto la sal del agua y la sangre son soluciones basadas en agua y todas las soluciones basadas en agua deben seguir los mismos principios químicos.  La sangre es forzada, por simple química, a ser algo similar a cualquier otra solución salina a base de sal.

La vida no empezó en el mar pre-histórico.  La Biblia nos dice que Dios creó la vida de la tierra, la fuente original de la sal.
  

Prayer:
Amado Señor Jesucristo, Te agradezco que es a través de Ti que yo, y todas las cosas vivas, fuimos hechas, y no a través del mar impersonal y sin amor. Permíteme comunicar esta verdad en nuestro mundo atribulado.

Notes:
Steve Olson, “Why is the Sea Constant?” November, Science 82, p.112.

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