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Génesis 2:16-17
“Y mandó Jehová Dios al hombre, diciendo: De todo árbol del huerto podrás comer; mas del árbol de la ciencia del bien y del mal no comerás; porque el día que de él comieres, ciertamente morirás.”
El diario británico Telégrafo publicó un fascinante artículo, con un nuevo giro al mito de la evolución de los seres humanos: que los simios evolucionaron en seres humanos, al comer mucha fruta.
El informe científico de NYU, publicado en la revista Nature, se titula “El tamaño del cerebro del primate se predice por la dieta, más no la sociabilidad”. Los modelos evolutivos anteriores sugieren que el desarrollo del cerebro de los monos fue causado por su interacción social.
El equipo estudió más de 140 especies, y fueron cuidadosos en estudiar alguna correlación entre el comportamiento social y el tamaño del cerebro, pero tal correlación no fue evidente. Pero, cuando compararon el tamaño del cerebro a la dieta, se comprobó que los primates que comen fruta tenían cerebros 25% más grandes que aquellos que comían otro material vegetal.
El problema con estos hallazgos es el intento de colocar observaciones en un paradigma evolucionista mitológico. No hay justificación de la investigación que sugiera que los primates evolucionaron en humanos al comer un poco más de manzanas. La humanidad, efectivamente, sí se convirtió en lo que es hoy, por comer una fruta que Dios les había mandado no comer. Pero, esto no fue la evolución. ¡Esto fue el pecado!
Prayer:
Te damos gracias, Señor, por hacer tantos animales diversos, incluyendo estos hermosos simios. También, Te agradecemos por regalar a los hombres y las mujeres el poder estudiar estos animales, para averiguar más sobre Tu creación. Amén.
Notes:
Ref: Naturaleza Ecología & Evolución 1, el número del artículo: 0112 (2017), doi:10.1038/s41559-017-0112
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