Salmos 71:17
“Me enseñaste, Dios, desde mi juventud, y hasta ahora he manifestado tus maravillas”.

La hierba de San Juan o hierba mala Klamath no es nativa de Norte América.  Sino después haber sido traída desde Europa en tiempos coloniales, los insectos norteamericanos nunca habían visto la planta.  La hierba de San Juan se esparció rápidamente porque era venenosa y por lo tanto no la comían la mayoría de los insectos.  La planta produce un veneno llamado hypericin que es activado por la luz.  Este veneno es lo suficientemente poderoso como para matar incluso al ganado que sea lo suficientemente necio para comerlo.

Pero hay varios tipos de insectos que no sólo comen la hierba de San Juan, sino que proliferan con esta.  Algunos escarabajos, larvas de polillas, mariposas y mineros de hojas comen felizmente la hoja.  No, no son inmunes al veneno.  Más bien han llegado a entender como prevenir que la luz active el veneno.  Los mineros de hojas mastican túneles dentro de la hoja, quedándose fuera de la luz directa del sol.  Las larvas de polilla y mariposa utilizan un acercamiento similar.  Algunos incluso hacen túneles dentro del tallo.  Un escarabajo europeo y su larva también comen la planta.  Los escarabajos europeos adultos tienen un caparazón grueso que refugia sus cuerpos de la luz.  Sus larvas comen la hierba de San Juan sólo por la noche, y luego, antes de la salida del sol, se meten en la tierra.

Si la evolución fuera cierta, estos insectos habrían tenido sólo unos pocos siglos para identificar como el veneno funciona y evolucionar una contra parte para ella.  Claramente tiene más sentido concluir que Dios enseñó a estas criaturas lo que necesitaban para saber comer la hierba de San Juan sin que les haga daño.

Oración: Te glorifico, Señor, por Tus maravillosas obras y enseñanza perfecta.  Amén.

 Ref: Bombardier Beetles and Fever Trees, William Agosta, págs. 12 15. Imagen: Agrilus.hyperici.PD

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