Génesis 1:9
“Dijo también Dios: Júntense las aguas que están debajo de los cielos en un lugar, y descúbrase lo seco. Y fue así.”

Cuando Dios creó La Tierra en el primer día, no estamos muy seguros de como era, salvo que era amorfa y vacía. Sin embargo, porque el Espíritu de Dios se movía sobre la faz de las aguas y que las tinieblas estaban en la profundad del abismo, hay muchos que han inferido que Dios hizo originalmente este planeta como una gran esfera de agua sin forma.

En el segundo día, Dios separó las aguas con el firmamento del espacio, colocando algo de agua por encima del firmamento y dejando algo de agua debajo del firmamento.

Y, en el tercer día, hizo la tierra seca. Así que este es el día en que La Tierra apareció y rompió a través de las aguas. También, esto debe significar que Dios estaba en el proceso de la elaboración de las rocas y los minerales de los cuales La Tierra es hecha.

Cuando se examina bajo una lupa, podemos ver que las rocas están compuestas de pequeños granos, cada uno de los cuales se compone de un mineral. Algunos de estos minerales se denominan en Génesis 2 y otros en Ezequiel 28, aunque ninguna lista pretende ser exhaustiva. Así que el aspecto de La Tierra en el tercer día fue espectacular, ya que se trata de la creación de una gran cantidad de roca.

El basamento profundo normalmente se denomina Rocas Plutónicas. Los creacionistas utilizan esta palabra para describir a toda roca que Dios debe haber hecho en el tercer día de La Creación, como la base para todo lo demás que pondría en La Tierra.

Oración: Padre, hiciste una base sólida en La Tierra sobre la que construiste y sobre la que podemos construir. Señor ayúdanos a recordar, que Tu Palabra es la sólida base sobre la que debemos construir nuestras vidas. Amén.

Ref: Sarfati, J. (2015), El Relato del Génesis (Powder Springs, GA: Creation Book Publishers), pp.165-166.  Imagen: Adobe Stock Imágenes, con Licencia de Autor.

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