Salmos 46:7
“¡Jehová de los ejércitos está con nosotros! ¡Nuestro refugio es el Dios de Jacob!”

Si un pulpo piensa que usted lo ha encontrado en su guarida, él le arrojará un chorro de tinta a la cara con la esperanza que al sorprenderlo, no lo vea cuando huye.  Por otro lado, desafíe a un toro, y usted tendrá más pelea en sus manos de la que desea.  Otras criaturas evaluarán la situación para determinar si luchar o huir es la mejor respuesta.

La hormiga de la mandíbula trampa tiene un acercamiento único a este problema de luchar o huir.  Ella puede luchar, huir o hacer las dos al mismo tiempo con el mismo movimiento.  La hormiga tiene una mandíbula única.  Esta mandíbula es el secreto de la respuesta de la hormiga hacia un desafío.  Si la hormiga se enfrenta a una amenaza y decide atacar, atacará a la amenaza con sus mandíbulas y en ese movimiento se catapultan a nueve pulgadas de la amenaza casi simultáneamente.  Si la hormiga decide huir, lo hace simplemente al cerrar su mandíbula contra el suelo en que se encuentra.  Su mandíbula se cierra a una velocidad de 136 millas (219 Km.) por hora.

Aunque a veces es necesario protegernos de los peligros terrenales a través del luchar o huir, ninguno de estos funcionará para los peligros espirituales que enfrentamos.  Para éstos debemos confiar en el brazo fuerte de nuestro Señor resucitado.

Prayer:
Señor, Tú eres nuestra fortaleza protectora cuando amenaza el peligro. Ayúdanos a confiar en Ti en cada situación. Amén.

Notes:
Photonics Spectra, 12/06, p.154, Lauren I. Rugani, “Self-Propelling Picnic Pests.”

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