Apocalipsis 12:9a
“Y fue lanzado fuera el gran dragón, la serpiente antigua, que se llama Diablo y Satanás, el cual engaña al mundo entero”.

Virtualmente toda cultura en el mundo tiene historias y leyendas acerca de los dragones.  Sorprendentemente, estas serpientes se parecen la una a la otra de cultura en cultura.  También se parecen a los que llamamos dinosaurios.  La universalidad y uniformidad de estas historias fuertemente sugiere que los dinosaurios no pudieron haber muerto hace 65 millones de años como lo afirman los evolucionistas.

Hay varios relatos creíbles de dragones que se parecen a los dinosaurios en antiguos escritos.  En cada caso, estos registros describen, en tanto detalle como es posible, las observaciones del mundo natural.  Dio el escritor romano escribió un relato de la guerra del Cónsul romano Regulus contra Cártago en el tercer siglo AC.  De acuerdo a Dio, un dragón se plantó detrás del ejército romano.  Regulus ordenó que lo mataran y lo despellejaran y que sea enviada la piel al Senado Romano.  En el senado, la piel fue medida y tenía un largo de 120 pies (36,57metros).  Escribiendo tan tarde como el siglo 8, Juan de Damasco tomó a los dragones como criaturas reales y vivas, mientras utilizaba la Biblia para despreciar mitos que habían crecido a su alrededor.  Uno de estos mitos era que los dragones podían asumir forma humana.  Juan rechazó esto en base a la creación, señalando que los humanos fueron hechos a imagen de Dios y por lo tanto los animales no pueden cambiarse a esa misma forma.

¡Estos relatos se leen como una historia seria que fue escrita acerca del tiempo en la que se asumía que los dragones se extinguieron  mucho más recientemente que 65 millones de años!

Oración: Señor, protégeme del viejo dragón, Satanás, por Tu amor salvador.  Amén.

Ref: Creación, 68/00, pp. 1516, “Dragones Animales no Apariciones”. Imagen: Cuadro de San Jorge matando al dragón, 1430-1435, de Bernat Martorell. (PD)

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