Eclesiastés 3:19-21
“Porque lo que sucede a los hijos de los hombres, y lo que sucede a las bestias, un mismo suceso es: como mueren los unos, así mueren los otros, y una misma respiración tienen todos; ni tiene más el hombre que la bestia; porque todo es vanidad. Todo va a un mismo lugar; todo es hecho del polvo, y todo volverá al mismo polvo. ¿Quién sabe que el espíritu de los hijos de los hombres sube arriba, y que el espíritu del animal desciende abajo a la tierra?”
Los alarmistas del cambio climático también están preocupados por animales como las vacas que liberan metano y CO2 a la atmósfera. Otra criatura que causa preocupación por el cambio climático es el elefante. Pero las críticas a los efectos causados por los elefantes no serían políticamente correctas, ya que la especie en particular en cuestión se enfrenta actualmente a la extinción.
El elefante africano del bosque es la más pequeña de las tres especies de elefantes existentes; las otras dos son el elefante africano de Bush (que es el más grande) y el elefante indio. Los elefantes del bosque viven principalmente en los bosques de África occidental y, mientras se alimentan, causan un daño considerable. A medida que arrancan sus plantas favoritas y recolectan cientos de tipos de frutas, muchas de sus fuentes de alimento se destruyen. Si los elefantes del bosque fueran más comunes, puedo imaginar que se proponga un ejercicio de sacrificio para salvar sus bosques, pero su escasez ha alentado más investigaciones científicas.
Esta investigación ha demostrado que el tipo de árboles que los elefantes dañan son árboles de crecimiento más rápido que no “absorben” tanto dióxido de carbono como los árboles de crecimiento más lento que los elefantes ignoran. Las proyecciones informáticas han sugerido que, si el elefante del bosque se extinguiera, la concentración de CO2 en la atmósfera podría aumentar. Entonces, afortunadamente para los alarmistas del cambio climático, se puede argumentar una razón políticamente correcta para salvar al elefante. Un caso bíblico para salvar al elefante del bosque sería diferente y reflejaría nuestra preocupación por ser buenos administradores de la creación de Dios.
Oración: Gracias Señor, porque Tu pueblo en muchas partes del mundo busca ser buen administrador de Tu creación. Amén.
Ref: Universidad de Saint Louis. “La extinción de los elefantes elevará los niveles de dióxido de carbono en la atmósfera: como ingenieros de ecosistemas, los hábitos alimenticios de los elefantes del bosque son amigables con el clima”. ScienceDaily, 25 de julio de 2019. <www.sciencedaily.com/releases/2019/07/190725100433.htm>. Imagen: Adobe Stock Photos, con licencia de autor.
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