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Job 38:3-4
“Ahora cíñete la cintura como un hombre: yo te preguntaré y tú me contestarás. ¿Dónde estabas tú cuando yo fundaba la tierra? ¡Házmelo saber, si tiene inteligencia!”
Los pequeños “osos” de ocho patas conocidos como osos de agua presentan un desafío a la tal llamada evolución que a los estudiantes de colegio a menudo se les anima que pasen por alto la sección del libro de texto que habla sobre ellos.
Una de las habilidades más asombrosas que estos osos acuáticos microscópicos tienen es la habilidad de cambiar su forma con el fin de poder sobrevivir en condiciones difíciles. En un ambiente desfavorable, los osos rodarán sobre sus cabezas y patas hasta que parecen pequeños barriles. Durante esta transformación, sus tejidos pierden la mayoría de su agua, y el pequeño barril que una vez fue un “oso” es ahora más grande que una de sus patas antes de la transformación.
En esta condición, el oso puede sobrevivir en casi cualquier condición. Estos osos han sido congelados hasta en un grado menos del absoluto cero. Han sido mantenidos en aire líquido hasta 20 meses y hervidos durante 15 minutos. Han sido sujetos a atmósferas tóxicas y expuestos durante 24 horas a 11.000 veces la radiación que tomaría para matar a un ser humano. Pero tan pronto como las condiciones vuelven a ser favorables, los casi indestructibles “osos” absorben agua y pronto se encontraban trepando a su alrededor, tan saludables como siempre.
Es obvio por qué muchos de aquellos que creen en la evolución se saltan la descripción de los osos de agua. La evolución enseña que nuestras habilidades y características evolucionaron en respuesta a nuestra necesidad de sobrevivencia. Los evolucionistas dicen que lo que somos no nos fue dado por Dios. Pero es claro que los osos de agua nunca tuvieron que evolucionar para sobrevivir bajo estas extremas condiciones. ¡Sus notables habilidades obviamente son un regalo de nuestro Creador!
Prayer:
Te agradezco, amado Señor, por crear a los “osos de agua” con habilidades tan asombrosas que incomoda a aquellos que niegan Tu mano creadora. Utilízame como testigo en medio de los hombres para que puedan ser guiados a Tu amor perdonador en Cristo Jesús. Amén.
Notes:
Vetter, Joachim. 1990. “The little bears that evolutionary theory can’t bear!” Creation Ex Nihilo, v. 12, n. 2, Mar. May. p. 16. Photo: Scanning electron micrograph of water bear. Courtesy of Bob Goldstein and Vicky Madden. (CC BY-SA 3.0)
