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Juan 12:26
“Si alguno me sirve, sígame; donde yo esté, allí también estará mi servidor. Si alguno me sirve, mi Padre lo honrará”.
En su revisión del libro de Dennis Sewell El Gen Político, el científico y autor creacionista el Dr. Jerry Bergman menciona uno de los hechos más lamentables en la historia evolutiva – la historia de Ota Benga. Este hombre fue secuestrado en 1904 en el Congo y exhibido en el Zoológico del Bronx durante 12 años antes de terminar con su vida al disparar una bala en su corazón en 1916.
Ota Benga y un orangután de altura similar fueron colocados dentro de una jaula cerrada. Como es natural, la exhibición hacía que la gente preguntara si Ota Benga era un mono o un hombre. El cuidador del zoológico respondió que él era una forma de transición entre el hombre y el mono – el eslabón perdido. El libro de Sewell señala que los evolucionistas defendieron la exhibición señalando que la evolución es enseñada en los libros escolares y es, y cito, “no más discutible que la tabla de multiplicación”.
Los clérigos afroamericanos se quejaron con los funcionarios del zoológico acerca de la exhibición, diciendo: “la teoría darwiniana es absolutamente contraria al cristianismo, y una manifestación pública en su favor no debe ser permitida.” Pero el New York Times expresó su desacuerdo, diciendo: “No entendemos toda la emoción que otros están expresando sobre el asunto. Es absurdo… gemir sobre la supuesta humillación y degradación que Benga está sufriendo. Los pigmeos… se encuentran muy abajo en la escala humana…”
La trágica historia de Ota Benga claramente revela el marcado contraste entre los que siguen a Cristo y aquellos que siguen a Darwin. ¿De qué lado se encuentra?
Prayer:
Padre Celestial, pido que abras los ojos de muchos para que se alejen de las falsas enseñanzas de Darwin y se vuelvan a Ti para la vida eterna. En el nombre de Jesús, Amén.
Notes:
Dr. Jerry Bergman, “Darwin es el ácido universal que afecta todo”, Revista de la creación, Vol. 25(1), 2011, pp. 19-21. Foto: Foto promocional de Ota Benga en exhibición en el Zoológico del Bronx en 1906. Diez años más tarde se suicidó a la edad de 32 años (PD).