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Hechos 27:12a
“Y como el puerto era incómodo para invernar, la mayoría acordó zarpar de allí e intentar llegar a Fenice, puerto de Creta…”
La leyenda del fénix nos lleva hacia miles de años atrás. De acuerdo a la leyenda, el ave fénix vivió durante cientos de años en el desierto árabe. Entonces, para renovarse, se quemó a sí mismo en su propia hoguera funeral. Luego se levantaría de sus propias cenizas, renovada por varios cientos de años. El Dr. Maurice Burton, un naturalista británico, ha sugerido que esta leyenda puede tener alguna base de hechos reales. Él señala que algunas aves les gusta jugar con fuego. El grajo británico es un ave que es un poco más grande que el cuervo. Cuando el Dr. Burton entrega al grajo en su preserva natural un fósforo sin encender, el grajo sostiene el fósforo para poder picotearlo. Una vez que consigue encender el fósforo, rápidamente pone el fósforo encendido bajo sus alas, pareciendo querer prenderse fuego. Cuando se le da paja y un fósforo, el grajo prenderá la paja en fuego y luego se acostará sobre ella con sus alas abiertas hasta que se apague el fuego. Es posible que en tiempos antiguos las personas vieran este comportamiento y desarrollaron la leyenda del fénix para explicar lo que vieron.
El Dr. Burton señala que este comportamiento es común entre aves inteligentes, tales como los grajos y los arrendajos, que recogen cigarrillos tirados que todavía están encendidos y se alejan con ellos. Es incluso probable que este extraño comportamiento sea el responsable de muchos incendios de casas. Mientras la leyenda del fénix puede ser una mala interpretación del evento real, podemos confiar que la Biblia registra acertadamente los eventos reales de la creación, para nuestra salvación hasta la eternidad.
Oración: Padre, te agradezco que puedo confiar en Tu Palabra en todo lo que enseña. Amén.
Ref: Toledo Blade, 10/8/59, “Surge de nuevo en los adictos al fuego de los pájaros”. Foto: Phoenix por Friedrich Justin Bertuch, PD.Phoenix
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