Génesis 1:24-25
“Y dijo Dios: Produzca la tierra seres vivientes según su especie, ganado y reptil, y bestia de la tierra según su especie: y fué así. E hizo Dios animales de la tierra según su género, y ganado según su género, y todo animal que anda arrastrando sobre la tierra según su especie: y vió Dios que era bueno.”
Sabemos que Noé no tuvo que incluir a dos animales de cada especie en el Arca. El Arca albergaba dos de cada género de vertebrados terrestres y voladores, no dos de cada especie. Por ejemplo, especies modernas como leones y tigres se habrían desarrollado a partir del par de la familia de los felinos que estaban en el Arca. A lo largo del tiempo, las diferentes especies de gatos se han desarrollado a partir de esta pareja.
Es fácil ver cómo esto sucedió. Condiciones ambientales favorecen ciertos genes sobre otros, de modo que estas características se seleccionan en la descendencia. Un ejemplo simplista es que las criaturas con pelo largo o pelajes se han desarrollado en áreas más frías del mundo. Esto no ha implicado ninguna nueva información genética; simplemente ha habido una selección de la información genética existente.
Pero, ¿por qué hizo Dios esta especiación posible? Dios sabía las diferentes condiciones que podían surgir en diferentes partes del mundo. Porque la Escritura nos muestra que Dios sostiene activamente la vida, es posible que él incluyó esta capacidad para diversificarse en las criaturas con el fin de ayudar a sus crías a sobrevivir en situaciones radicalmente diferentes – especialmente las condiciones inmensamente cambiadas después del Diluvio.
Oración: Gracias, Señor, porque hemos leído que Tu das alimento a las bestias. Tu eres dueño del ganado sobre mil colinas, y cuidas de Tu creación con sabiduría. Amén.
Ref: Lightner, J.K. (2016), Hacia una visión Creacionaria de por qué la especiación ocurre, Revista de creación 30(1):70-75, abril de 2016. Imagen: Adobe Stock fotográfico, con licencia de autor.
© 2020 Momentos de la Creación Todos los derechos reservados.