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Salmos 111:4
“Ha hecho memorables sus maravillas; clemente y misericordioso es Jehová”.
Mientras que todas las cosas vivientes desafían a la evolución, algunas lo hacen mucho más claramente que otras. El echidna es un ejemplo de una criatura que obviamente desafía la evolución. Esta maravilla australiana a menudo es llamada el hormiguero espinoso. Sin embargo, tiene poco semejanza a los hormigueros en otras partes del mundo.
Los echidnas están clasificados como monotremas, que son mamíferos que ponen huevos. Mientras que los adultos no tienen dientes, un echidna recién salido del huevo escapa de su huevo con un diente de huevo. Los adultos tienen un hocico largo y una lengua aún más larga y pegajosa que agarra las hormigas. El recién nacido que sale del huevo es protegido y amamantado en un bolso parecido al marsupial. Al crecer desarrolla las largas espinas de un adulto. Si el echidna suena como una criatura extraña, sus hábitos de apareamiento son aún más extraños. En tiempos de apareamiento los echidnas forman “trenes”. Una hembra grande guía el tren, seguida de hasta siete machos, el más pequeño siendo el último vagón del tren. Caminan en fila india hasta que la hembra encuentra un tren que le guste. Entonces los machos cavan una trinchera alrededor del árbol y buscan sacarse el uno al otro de la trinchera. Sólo al macho victorioso se le permite aparearse con la hembra.
Con sus características mamíferas, reptiles y marsupiales, la echidna desafía la evolución. Los evolucionistas tendrían un tiempo difícil al tratar de explicar sobre las fuerzas que producirían una criatura que aparentemente no está relacionada con ninguna otra. La mejor explicación para la echidna es que es la obra de un Creador infinitamente creativo y poderoso.
Oración: Amado Padre, Tu creatividad ilimitada me llena de gozo. Amén.
Ref: Science Frontiers, p. 129, “Excentricidades de equidna”. Echindna por J.J. Harrison CCA Por SA 3.0
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