Mateo 10:34
“No penséis que he venido para traer paz a la tierra; no he venido para traer paz, sino espada.”
Parecería que, cuando usamos el término “cambio climático”, nos estamos refiriendo al estudio de cualquier causa o tendencia de cómo el clima mundial podría estar cambiando. En la práctica, la mayoría de la gente que se refiere al cambio climático está hablando de supuestos cambios catastróficos en el clima, que se supone han sido causados por la actividad industrial humana.
Aquellos que sugieren que los cambios en el clima pueden no deberse únicamente a la actividad humana a menudo los llaman “negadores del cambio climático” – como si esas personas, incluidos muchos científicos eminentes, fueran el equivalente moral de los negadores del holocausto – una acusación muy insultante tanto para los escépticos del clima como para los millones de judíos, gitanos y otros que tan cruelmente sufrieron antes y durante la Segunda Guerra Mundial.
He notado un paralelo interesante entre los escépticos del cambio climático y los escépticos de la evolución (la mayoría de los cuales son creacionistas). Ellos sufren el mismo nivel de burla sin sentido del establecimiento científico y, a pesar de que sus dictámenes científicos suelen ser más reflexivos, sus opiniones son rechazadas sin una seria consideración.
La diferencia es que muchos de los escépticos del cambio climático no son cristianos, incluyendo muchos ateos y ciertamente muchos evolucionistas. Esto hace que el paralelo sea apropiado para la discusión porque podemos señalar a un grupo alternativo de personas cuyos puntos de vista se oponen por ninguna otra razón que no sea que sean consideradas “heréticas” por las opiniones prevalecientes de nuestro tiempo. Jesús no promete que todas nuestras palabras serían aceptadas por la sociedad. De hecho, dijo, “No penséis que he venido para traer paz a la tierra; no he venido para traer paz, sino espada.” (Mateo 10:34)
Oración: Ayúdanos, Señor, a hablar con la verdad aun cuando el mundo no quiere que lo hagamos. Ayúdanos en todo momento a hablar la verdad en amor. Amén.
Ref: Lawson, N. (2008), Un llamamiento a la razón, (Londres: Duckworth). Imagen: Dominio Público (NASA).
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