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Génesis 3:8
“Luego oyeron la voz de Jehová Dios que se paseaba por el huerto, al aire del día; y el hombre y su mujer se escondieron de la presencia de Jehová Dios entre los árboles del huerto”.
La mayoría de los creacionistas son pro-vida porque ven la concepción y el nacimiento como una de las más claras evidencias del rol original de Dios como Creador. Las Escrituras están llenas de ejemplos que muestran que Dios no sólo creó los cielos y la tierra en seis días, así como se registra en varios lugares de las Escrituras, sino que Él está íntimamente involucrado con Su creación.
En otras palabras, Dios no creó los cielos y la tierra y luego dejó que la tierra girara por sí misma en el espacio como con piloto automático mientras leyes naturales sin sentido tomaron control. Esto significa que no hay tal cosa como casualidad. ¿Pueden, por lo tanto, ser los defectos genéticos, ser atribuidos a la voluntad de Dios?
La Biblia también nos dice que Dios creó una perfecta creación, sin pecado, muerte ni defecto de ningún tipo. Fuimos nosotros los humanos que cambiamos la creación cuando pecamos al abandonar a Dios. Él nunca nos dejó. Desafortunadamente, nuestra condición pecaminosa trae sus propios resultados – incluyendo más pecado, defectos genéticos y muerte. Los discípulos de Jesús una vez le preguntaron acerca de un hombre que nació ciego, “¿Maestro quién pecó, este hombre o sus padres?” La respuesta de Jesús nos muestra la íntima participación de Dios en la vida humana. Él les dijo a sus discípulos que el hombre nació ciego para mostrar las obras de Dios. Luego Jesús milagrosamente curó su ceguera.
No hay peor cosa para nosotros que el pecado y sus resultados ahora y siempre. ¡Pero la lección es que si le permitimos a Dios, nuestro Creador, trabajar, no hay nada tan malvado que no pueda, en Sus manos, mostrar Sus maravillosas obras!
Prayer:
Lamento, Señor, que debido al pecado Tú ya no caminas y hablas con nosotros como fue Tu intención – como hiciste con nuestros primeros padres antes de la caída. Pero Te agradezco que a través de Tu Hijo, Cristo Jesús, seamos restaurados a una relación contigo donde Tú estás con nosotros cada día y donde Tú hablas con nosotros cada día en Tú Palabra. Amén.
Notes:
Photo: 17th century depiction at Stokesay Castle of the serpent that tempted Eve. Courtesy of Nick Hubbard. Licensed under the Creative Commons Attribution 2.0 Generic license.
