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Levítico 19:28
“No haréis incisiones en vuestro cuerpo por un muerto, ni imprimiréis en vosotros señal alguna. Yo, Jehová”.
El Antiguo Testamento explícitamente prohíbe al pueblo de Dios hacerse tatuajes. Se puede argumentar que los creyentes en Dios se han rehusado hacerse tatuajes, porque ven al cuerpo como el templo de Espíritu Santo. Pero nuevas investigaciones están empezando a sugerir que hay algo más en este asunto.
El Dr. William Cardasis, un psiquiatra criminal de Michigan, ve una conexión posible entre el comportamiento criminal y los tatuajes. En su estudio de 55 pacientes en un hospital de máxima seguridad, el Dr. Cardasis ha encontrado conexiones estadísticas entre el comportamiento antisocial y la tendencia a utilizar tatuajes. Encontró que los pacientes con tatuajes tenían una probabilidad más alta de no tener ninguna estima por los derechos de otros, se comportan impulsivamente, mienten y roban sin remordimiento. Otro estudio de cadáveres en la ciudad de Nueva York mostró que los cuerpos de jóvenes adictos tenían dos veces más el número de tatuajes comparado con la población en general. Un artista de tatuajes dijo a la prensa que el no hace tatuajes en la cara, cuello o manos. Él señaló que algunas personas consideran a los tatuajes en estos lugares el “territorio de un asesino en serie”. El Dr. Cardasis añade que el simple hecho de tener un tatuaje no significa que uno es un criminal – eso depende de lo que el tatuaje signifique para la persona que lo está utilizando.
El hacerse un tatuaje es un compromiso permanente al símbolo representado por el tatuaje. Los creyentes sólo deben tener un compromiso permanente para con Cristo Jesús.
Oración: Te agradezco, Señor, por hacer de mi cuerpo el templo del Espíritu Santo. Amén.
Ref: The Toronto Star, 26/12/99, pág. J6, “¿Qué dicen los tatuajes sobre el alma?” Foto: Miembro de la pandilla Latin Kings mostrando su tatuaje de pandilla. Cortesía de Javier Ramírez. (CC-BY-SA 3.0)
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