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Génesis 22:8
Abraham respondió:–Dios proveerá el cordero para el holocausto, hijo mío. E iban juntos.
Uno de los desafíos más grandes de la medicina son aquellas poblaciones de bacterias que se han hecho resistentes a los antibióticos.
El océano es literalmente una sopa de bio-gérmenes, incluyendo a las bacterias, muchas de las cuales 
pueden infectar, enfermar y matar a una gran variedad de criaturas. Estos gérmenes a menudo forman biofilms que los protegen de los antibióticos. Los investigadores marinos que investigaban el suelo del océano donde algo había matado a todas las criaturas marinas. En medio de toda esta muerte encontraron una esponja marina próspera. ¿Por qué no estaba muerta como todo lo demás? Al estudiar las defensas de esta esponja, los investigadores descubrieron un químico llamado ageliferin. Posteriores estudios mostraron que este compuesto prevenía la formación del biofilm. Lo que es más, el químico hace que los gérmenes resistentes vuelvan a ser susceptibles a los antibióticos. Ya se ha comprobado que re-sensibiliza las bacterias que causan infección de oído, intoxicación alimenticia, tos ferina y bacterias particularmente desagradables que causan infecciones en los hospitales.
Mientras que Dios nos dio un mundo perfecto, Él sabía que la humanidad pecaría e introduciría la enfermedad y la muerte al mundo. Así que Dios proveyó antibióticos. Pero Él también sabía que algunos gérmenes se harían resistentes a los antibióticos. Así que proveyó a Su creación con sustancias para resolver también ese problema. No obstante, el problema principal del hombre es el pecado, y Él nos proveyó del Cordero de Dios que quita el pecado del mundo – un pecador arrepentido a la vez.
Prayer:
Te agradezco, Señor, por la buena medicina, pero sobre todo te agradezco por enviar a Tu Hijo para ser mi Salvador. Amén.
Notes:
Science News, 3/14/09, p. 16, Laura Sanders, “Sponge’s secret weapon revealed.” Illustration: Chemical structure of ageliferin. Courtesy of Edgar181. (PD)
