Salmos 14:1
“Dice el necio en su corazón: «No hay Dios». Se han corrompido, hacen obras despreciables, no hay quien haga lo bueno”.
Seamos honestos. Si ustedes creen que Dios creó, pero que utilizó la evolución para hacerlo, tiene que contestar una pregunta difícil. ¿Acaso la evolución permite que se de lo sobrenatural? ¿Cuál es la diferencia entre la evidencia científica necesaria para aceptar que la evolución sí ocurrió sin Dios y aquella necesaria para aceptar una evolución teísta? Prácticamente hablando, la evidencia física para ambas posiciones deben ser idénticas.
La evolución se construye sobre el principio de que las leyes naturales determinan lo que sucede en el mundo físico. La evolución deja fuera de límite el que Dios se involucre en la obra de que un huevo reptil produzca la primera criatura en forma de mamífero. La evolución dice que no hay necesidad de una intervención sobrenatural para modificar a unas criaturas en forma de monos a convertirse en el primer ser humano. En cuanto a la evolución se refiere, la intervención sobrenatural de Dios no podría suceder.
No hay evidencia física para apoyar la idea de que Dios periódicamente intervino en el desarrollo evolucionista. Ni la Biblia habla acerca de este tipo de actividad.
Una persona podría aceptar que Dios creó a través de la evolución. Pero esta creencia no sería fiel a las evidencias físicas que los evolucionistas afirman tener. Ni es fiel a las afirmaciones que encontramos en la Biblia. La evolución no nos permite la acción sobrenatural de Dios. Ni siquiera la Biblia misma puede ser la Palabra de Dios si no hay una acción sobrenatural de Dios. A Dios gracias, la Biblia es la Palabra revelada de Dios y sí le ofrece una alternativa inteligente a la evolución.
Prayer:
Amado Padre celestial, utilízame a mí y a otros que creen en Tu Palabra sin reservas. Equípanos para mostrar a aquellos que mezclan la evolución y la Biblia que hay un mejor camino de fe valiente sin comprometimiento. En Nombre de Cristo Jesús. Amén.
Notes:
Bartz, Paul A. 1990. A better path than adding God to evolution. Bible-Science Newsletter, Sept. p. 3.
