1 Timoteo 6:20
“Oh Timoteo, guarda lo que se te ha encomendado, evitando las profanas pláticas sobre cosas vanas, y los argumentos de la falsamente llamada ciencia,”

El Diccionario de Webster define el cientifismo como “una confianza exagerada en la eficacia de los métodos de la ciencia natural aplicados a todas las áreas de investigación”. La verdadera ciencia no es una amenaza para aquellos que no tienen miedo de las implicaciones de la fe cristiana en la arena de la educación científica. Pero, “El Cientificismo” se hace pasar por la verdadera ciencia. Esta es la falsa idea de que la ciencia es la única área genuina del conocimiento. Esto es que “El Cientificismo”, no la verdadera ciencia, afirma que todas las hipótesis que dependen de explicaciones espirituales o sobrenaturales deben ser eliminadas de la educación científica.

La investigación científica se trata de observaciones repetibles. Si se repite un experimento, utilizando los mismos materiales y condiciones que la investigación original, se producirán los mismos resultados. Pocos científicos reflexionan sobre por qué este es el caso, creyendo que es simplemente evidente. Sin embargo, como cristianos podemos ver que esta repetividad de observaciones es posible solo porque vivimos en un universo ordenado, creado por Dios, que es un Dios de orden, no de caos. Muchos de los problemas en la educación científica se producen porque los supuestos eventos únicos del pasado se enseñan como si tuvieran el mismo nivel de autoridad que las investigaciones repetibles. El supuesto “Big Bang”, por ejemplo, se suponía que tendría lugar hace 13.700 millones de años. No es un evento repetible. Por lo tanto, queda fuera del ámbito de la ciencia de investigación. Enseñar el “Big Bang” como si fuera un hecho establecido no es ciencia. Es “Cientificismo”.

Oración: Gracias Padre, por el orden con el que creaste este universo que nos      permite investigarlo. Amén.

Autor: Pablo F. Taylor

(2007), La Verdad, Las Mentiras y La Educación Científica (Leominster, Reino Unido: Publicaciones del primer día), págs. 113-114. Imagen: El Big Bang, un ejemplo de cientificismo; Dominio Público.

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