Proverbios 6:6-8
“Mira la hormiga, perezoso, observa sus caminos y sé sabio: Ella, sin tener capitán, gobernador ni señor, prepara en el verano su comida, recoge en el tiempo de la siega su sustento”.

Inclusive un pequeño grupo familiar debe tener algo de organización para mantener suficiente comida y provisiones a la mano para la familia.  Sin embargo los miles de miembros en una colonia de hormigas nunca se quedan sin suplementos aunque no hay ninguna organización central y ni una lista de compras.  La ciencia moderna está descubriendo como funciona el asombroso sistema de la hormiga.

Una colonia de hormigas depende de hormigas trabajadoras para que traigan agua y provisiones.  En la mañana, las trabajadoras buscan principalmente por gotas de rocío que puedan ser llevadas hasta el nido.  Un poco de agua es compartido con parejas de nido.  Otro poco de agua se entrega a las cámaras de críos donde las hormigas inmaduras están todavía en desarrollo.  Esta agua es utilizada para remojar la tierra para mantener la humedad por dentro de la cámara alta.  La comida también es recolectada por las trabajadoras y regresadas a la colonia para ser compartida con cada miembro de la colonia.  La comida es compartida en su mayoría por la regurgitación.

Para aprender cuan difundido es este compartir en la colonia, los investigadores dieron a una hormiga trabajadora agua azucarada que estaba radiactivamente etiquetada.  Dentro de un día el material etiquetado había sido compartido con cada miembro de la colonia.  Dentro de una semana cada miembro de la colonia tenía una cantidad igual de la etiqueta.  Esto significa que a través del compartir continuo cada miembro de la colonia siempre tiene una cantidad igual de comida.  Cuando una trabajadora tiene hambre, ella sabe que toda la colonia está con hambre.

Este simple, y tan ingenioso sistema de compras diseñado por el Creador mantiene a las colonias de hormigas aprovisionadas a través de los tiempos más escasos.

Prayer:
Te agradezco, amado Padre, que no hay fin a Tu sabiduría y Tu cuidado por la creación. Ayúdame a recordar que Tú también cuidarás de mis necesidades en la tierra así como en la eternidad, ya que Tú me has enseñado Tu amor por mí en Cristo Jesús. Amén.

Notes:
E. O. Wilson. 1985. Discover, August. p. 47-49.  Photo: Worker ant carrying leaf. (PD)

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