Génesis 1:28
Y los bendijo Dios, y les dijo: Fructificad y multiplicaos; llenad la tierra, y sojuzgadla, y señoread en los peces del mar, en las aves de los cielos, y en todas las bestias que se mueven sobre la tierra.

¿No sería maravilloso si Dios nos hubiera dado un material del que pudiéramos extraer energía? El material podría ser sólido para que su contenido de energía se concentrara, y podría ser principalmente carbono, de modo que cuando lo quemáramos, el producto más común de la combustión sería dióxido de carbono inocuo y no venenoso. Quizás podría contener pequeñas cantidades de otros materiales útiles que podríamos extraer fácilmente para múltiples propósitos mientras lo quemamos para evitar que estos materiales contaminen el aire. Y el material podría existir en grandes cantidades bajo tierra, incluso en áreas del mundo donde otros recursos naturales son pocos.

Dios nos ha dado ese material. Se llama carbón. Es muy posible que gran parte del carbón de la Tierra se haya formado durante el Diluvio mundial.

Hoy en día es popular despreciar el carbón. Es cierto que el humo y el dióxido de azufre son contaminantes, pero hoy en día se pueden eliminar fácilmente. Mientras tanto, nosotros hemos explicado con frecuencia en pasadas difusiones de “Momentos de La Creación” que el dióxido de carbono es realmente beneficioso para la vida vegetal y no causa los problemas que le atribuyen ciertos alarmistas climáticos. Además, se están encontrando grandes depósitos de carbón en países en vías de desarrollo que podrían sacar a sus poblaciones de la pobreza con la utilización de este recurso dado por Dios.

No pasemos por alto los recursos que Dios nos ha dado en nuestra búsqueda de otras alternativas. Tales recursos son para nuestra bendición y es ingrato que la humanidad los ignore.

Ref: Enciclopedia Británica, < https://www.britannica.com/science/coal-fossil-fuel >, consultado el 10/26/2019. Imagen: Dominio público.

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