Génesis 8:21-22
“Al percibir Jehová olor grato, dijo en su corazón: «No volveré a maldecir la tierra por causa del hombre, porque el corazón del hombre se inclina al mal desde su juventud; ni volveré a destruir todo ser viviente, como he hecho. “Mientras la tierra permanezca no cesarán la sementera y la siega, el frío y el calor, el verano y el invierno, el día y la noche.”

Image: Collage of stromy weathe photosCuando era niño, los veranos eran cálidos y brillantes. Teníamos una blanca Navidad. La nieve nunca causaba daños y la primavera llegaba sin darnos ni cuenta.

Claro, realmente no era así. A veces nuestros recuerdos nos engañan, pero en los últimos 130 años, los científicos han medido y grabado sistemáticamente diferentes facetas del clima. Se ha vuelto popular notar que el promedio mundial de la temperatura, se está calentando.

Ya que los registros modernos iniciaron cuando el mundo salía de la llamada Pequeña Edad de Hielo, es innegable que la temperatura haya aumentado. El problema no es si hay o no calentamiento global. El problema es: 1. ¿Es realmente serio este calentamiento? y 2. ¿Ha sido la actividad humana la causante de este calentamiento?

Para responder a la primera de éstas preguntas: la preocupación es que el clima cambie catastrófica e irreversiblemente las estaciones que disfrutamos. Sin embargo, en Génesis 8:22, Dios nos dice: “Mientras la tierra permanezca, la siembra y cosecha, frío y calor, verano e invierno, día y noche, no cesarán.” Sin negar, la responsabilidad humana de cuidar de la creación, en la que Dios nos ha puesto, necesitamos confiar en la Palabra de Dios, más que en la de las personas.

 

Prayer:
Señor Jesús, Te agradecemos porque controlas incluso el clima. Cuando estabas en la tierra, se señaló que “incluso el viento y el mar te obedecen”. Adoramos al grande, al único Dios verdadero. Amén.

Notes:
Imagen: Adobe Stock Imágenes, con licencia de autor

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