Salmos 119:73
“Tus manos me hicieron y me formaron; hazme entender y aprenderé tus mandamientos”.

Los genes llevan la información biológica para hacer cosas vivas específicas.  La evolución dice que las cosas vivas más simples evolucionaron primero y que luego la vida más compleja evolucionó más tarde.  Esto nos llevaría a creer que cosas más complejas habrían desarrollado más genes.  El acercamiento de la creación sugiere que cada criatura fue diseñada con el material genético necesario para su supervivencia en su pretendido ambiente.  Como resultado, la complejidad genética de las cosas vivientes estaría relacionada a la forma en que viven, no a su lugar en una supuesta jerarquía evolucionista.

Los científicos de la evolución hoy se encuentran perplejos con la publicación del genoma completado de la mosca común de la fruta.  La mosca de la fruta tiene un sistema nervioso, un complejo plan corporal e inclusive un sistema inmunológico y es el primer animal en tener su genoma cartografiado.  El desconcierto se da con el descubrimiento de que la mosca de la fruta tiene entre 13.000 y 14.000 genes.  La sencilla lombriz, considerada así por los evolucionistas está entre las primeras criaturas de la tierra, y debería ser genéticamente simple – sin embargo, tiene más de 18.000 genes.  Las diferencias genéticas entre la lombriz y la mosca hablan de un diseño.  La lombriz ciega depende del olfato para sobrevivir, así que tiene alrededor de 1.000 genes involucrados en su sistema olfativo.  La mosca que sí puede ver depende mucho menos del olfato y tiene menos de 100 genes para detectar olores.

Esto simplemente ilustra que los hallazgos verdaderamente científicos que apoya a la evolución, nunca van a contradecir a la Biblia.

Oración: Ayúdame, Amado Padre, a vivir como Tu nos has diseñado a vivir.  Amén.

Ref: Science News, 6/10/00, pp. 382‑383, “Fly Genome Creates a Buzz.”  Photo: Side view of fruit fly. Courtesy of Karl Magnacca. (CC BY-SA 2.5)

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